La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó el reciente despojo de la personalidad jurídica a 179 Organizaciones No Gubernamentales (ONG), cancelación orquestada por el régimen de Daniel Ortega. Entre las entidades ilegalizadas se encuentran la Academia Nicaragüense de la Lengua (ANL) y la Red de Desarrollo Sostenible-Nicaragua.
«La libertad de asociación es un derecho fundamental vinculado a la vigencia de espacios cívicos, plurales y democráticos, reconocida en la Declaración y Convención Americana sobre Derechos Humanos», manifestó la organización defensora de derechos humanos. El régimen se ha encargado de cerrar más de 400 oenegés en el país desde 2018.
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La CIDH demanda a Ortega «cesar todo tipo de persecución contra personas y organizaciones que ejercen actividades legítimas y democráticas para la defensa y promoción de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales».
El ministro de Cultura y Deporte de España, Miquel Iceta, consideró un «error terrorífico» la decisión de la Asamblea de disolver la ANL. La organización española fue cancelada junto a otras 83 ONG con el voto favorable de los 75 miembros de la bancada del régimen de Daniel Ortega. La iniciativa fue presentada por el diputado fiel a la dictadura, Filiberto Rodríguez, el pasado 25 de mayo. El delegado ha dirigido el cierre de organizaciones de defensa de la mujer, niñez, salud, de carácter cultural, entre otras.
Tal y como ha sucedido en las anteriores cancelaciones de organizaciones civiles, el diputado sandinista argumentó que estas asociaciones y fundaciones han «transgredido e incumplido con sus obligaciones» ante la ley, por lo que «obstaculizan el control y vigilancia» de la Dirección General de Registro y Control de Organismos Sin Fines de Lucro.
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El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) denunció que la dictadura orteguista con las ilegalizaciones «no solo viola el derecho a la libertad de asociación, sino que trastoca el plano individual, pues las víctimas directas de estas acciones perversas son las personas que eran beneficiadas por el apoyo de las oenegés ahora destruidas».
De acuerdo con el Cenidh, con esta acción represiva se profundiza el desempleo abierto y encubierto en Nicaragua, debido a que son miles de personas que son «lanzadas al desempleo, al hambre, al sector informal de la economía».