El exembajador de Nicaragua en Costa Rica y ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Mauricio Díaz, lleva 270 detenido. Del nueve de agosto hasta el 24 de febrero el preso político estuvo en cautiverio en una celda de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote».
En el tiempo que estuvo en prisión solo se le autorizó cinco visitas de sus familiares, las que fueron «vigiladas» por efectivos policiales en todo momento.
El opositor fue acusado por el supuesto delito de «conspirar para cometer menoscabo a la independencia, la soberanía y la autodeterminación de Nicaragua», luego lo declararon culpable y fue condenado a nueve años de prisión.
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El pasado 22 de abril circuló una fotografía del reo de conciencia. La imagen muestra a Mauricio Díaz bajo de peso. Fuentes bajo anonimato revelaron que es custodiado las 24 horas del día en su vivienda por agentes de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP).
Mauricio Díaz también es directivo nacional del ilegalizado partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), fue capturado por la Policía al servicio de la dictadura, luego que salió del Ministerio Público el nueve de agosto de 2021, donde compareció para ser interrogado por dar opiniones sobre el panorama preelectoral de Nicaragua.
En su casa es vigilado por la Policía
El régimen de Ortega autorizó el cambio de medida cautelar de prisión preventiva a detención domiciliaria con custodia policial al exdiplomático y preso político Mauricio Díaz Dávila, de 71 años, por «su estado de salud», informó el Ministerio Público, mediante un comunicado publicado la medianoche del pasado jueves, 24 de febrero. Ese mismo día también fue enviado bajo arresto domiciliario el preso político Edgard Parrales.
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«El Ministerio Público, ante el estado de salud de las personas referidas (Edgard Parrales y Mauricio Díaz), por razones humanitarias, pidió a la autoridad judicial el cambio de medida cautelar de prisión preventiva, por detención domiciliaria, lo que fue autorizado por la correspondiente autoridad judicial», indica el comunicado.
Mauricio Díaz Dávila «sufre lagunas mentales, tiene desmayos repentinos y tiene manchas en varias partes del cuerpo» a causa del cautiverio y su edad, según organizaciones de familiares de presos políticos y de derechos humanos.
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo tiene 22 adultos mayores presos políticos, entre hombres y mujeres. Todos sometidos en celdas de máxima seguridad y de aislamiento, sin derecho a cambio de régimen carcelario a domiciliar, a pesar de su delicado estado de salud.