El economista Enrique Sáenz atribuye la crisis económica que enfrenta Nicaragua a «la permanencia del régimen de Daniel Ortega en el poder» . El también analista político y exdiputado opositor destaca que ese hundimiento en las finanzas también es responsabilidad del modelo económico empleado por la administración de turno.
«Como se explica que la economía creció un 8 % en el 2021, pero el desempleo solo bajó en medio por ciento. Se supone que si hay mayor actividad económica hay mayores fuentes de trabajo, y si hay mayor demanda de trabajadores, los salarios tienden a subir», cuestionó el experto mediante una conferencia emitida este 27 de febrero, poniendo en duda las cifras oficiales presentadas por el Banco Central de Nicaragua.
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Sáenz asegura que Ortega no es ni socialista ni comunista; «lo que ha impuesto es un capitalismo de rapiña, ni siquiera es un capitalismo competitivo. Un capitalismo de rapiña en el sentido de que una minoría tiene controlada las principales fuentes de acumulación».
Continuó añadiendo que entre las principales fuentes de acumulación en el país existe el negocio de la energía eléctrica donde los nicaragüenses pagan una de las tarifas más altas de América Latina. Denuncia que «desde ahí le sacan el dinero a los bolsillos a los empresarios y a los consumidores. También está el costo más alto del combustible en Centroamérica. Un tercer ejemplo es lo que ha ocurrido con el oro que se transformó casi de la noche a la mañana en el principal producto de exportación en Nicaragua, actualmente el aumento de este material ha sido elevadísimo».
Para Sáenz, la situación del país continuará sumergiéndose en la decadencia debido al «aferramiento de (Daniel) Ortega al poder, entre otras razones está por los centenares de millones de dólares que significa el control de la tarifa eléctrica, el control de los precios del combustible y las licitaciones amañadas del Estado para la comercialización del oro».
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El economista nicaragüense concluye en que «una dictadura como la que tenemos y la ilegitimidad de esa dictadura, tiene repercusiones que podemos ver o están por debajo de la mesa, solo se siente el pinchazo, pero no se sabe de dónde vino», destacando que la permanencia de Ortega en el poder «castiga a los nicaragüenses, sean empresarios, sean trabajadores, desempleados o subempleados».
En 2021 cerca de 140.000 nicaragüenses migraron principalmente a Estados Unidos, Costa Rica y Panamá, «escapando del paraíso orteguista», manifiesta. «Esto deja como consecuencia dolor y separación en las familias. Una gran cantidad de ciudadanos migrando de la situación económica del país. Esa es la consecuencia de la permanencia de Ortega en el poder y la naturaleza de su régimen», añadió.
Nicaragua se encuentra entre los tres países de la región donde la gente pasa más hambre siendo superada solamente por Haití y Venezuela, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El informe presentado en 2021 refleja que dos de cada 10 nicaragüenses tienen dificultades para tener sus tres tiempos de comida, una situación que ha venido en aumento a raíz de la crisis política.
