La opositora Ana Margarita Vijil es una de las voces más críticas de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, esto la llevó a ser encarcelada meses antes de las votaciones presidenciales donde el régimen se ungió para un nuevo mandato que asumió el pasado 10 de enero de 2022.
Hoy, dos de febrero, Vijil enfrenta un juicio por «conspiración» que la llevaría a una condena de hasta 12 años en la cárcel por denunciar las violaciones a los derechos de los nicaragüenses y pedir sanciones para los funcionarios del régimen Ortega-Murillo.
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Vijil apoyaba la idea de un solo candidato de oposición para enfrentar a Ortega, por lo cual buscó la unidad de la oposición a través de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB).
La historia política de Vijil no se resume desde la revuelta de abril 2018, inicia muchos años atrás cuando votó por primera vez por Sergio Ramírez Mercado, candidato presidencial del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), actual Unión Demócrata Renovadora (Unamos).
Ese fue su primer acercamiento con el MRS, partido del que forma parte y llegó a ostentar la Presidencia entre 2012 y 2017. Durante su gestión, luchó por el regreso de la personalidad jurídica de la agrupación política, misma que el régimen de Ortega, a través del Consejo Supremo Electoral (CSE) le arrebató tras las votaciones municipales de 2008.
En 2006 fue parte de la campaña electoral de Herty Lewites, el popular exalcalde de Managua que fue candidato presidencial del MRS y falleció meses antes de las elecciones generales.
Ana Margarita estudió derecho en la Universidad Centroamericana (UCA), después de culminar su carrera trabajó en su casa de estudios. Posterior fue becaria de Fulbright y obtuvo una mestiza en ciencias políticas, con énfasis en política comparada, entre el 2008 y el 2010 en Arizona.
La opositora trabajó en el caso del diferendo marítimo Nicaragua-Colombia en La Haya, fue primer secretaria y en asuntos consulares. Además, ocupó cargos diplomáticos como representante alterna ante la Organización para el Control de Armas Químicas (OPAQ) y también para el Fondo Común de Productos Básicos (CFC).
Ana Margarita Vijil es admiradora de Nelson Mandela, el expresidente sudafricano que sufrió cárcel y trabajó por un país donde todo alcancen con procesos de justicia y verdad. También admira a Conchita Palacios y Haydée Flores, las primeras mujeres universitarias que retaron al régimen de Somoza.
Vijil fue uno de los rostros más recurrentes en respaldo a las marchas y plantones para demandar la liberación de los presos políticos, ayudó a los familiares con víveres y muchos le han agradecido públicamente por su desinteresado apoyo para coordinar acciones en pro de la libertad de los reos de conciencia.
En las citatorias del Ministerio Público a directivos de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, periodistas y aspirantes presidenciales, la opositora estuvo presente denunciando las nuevas arbitrariedades de la dictadura y expresando su confianza hacia los llamados a declarar.
Ana Margarita Vijil es una de las presas políticas que sufre un cautiverio desde el 13 de junio del 2021, cuando Ortega realizó una embestida contra opositores, a quienes califica y acusa de «traición a la patria».