La localidad de El Paisnal, a más de 42 kilómetros de la capital de El Salvador, se prepara para seguir la beatificación el próximo sábado del padre Rutilio Grande, quien nació en esa población y fue asesinado en 1977 por los escuadrones de la muerte.
En el pequeño poblado de El Paisnal, un municipio ubicado al norte del Departamento de San Salvador, con una extensión de 125,49 kilómetros cuadrados y una población aproximada de 15.000 habitantes, nació el 5 de julio de 1928 el padre Rutilio Grande.
Héctor Elías, responsable de la Casa de la Cultura del municipio, comentó a Efe que se prevé que el miércoles delegaciones con feligreses católicos y devotos del padre asesinado lleguen a esa localidad para ser parte de la celebración de la beatificación, programada para el sábado 22 de enero en San Salvador.
Señaló que son aproximadamente 200 delegaciones de diferentes países y departamentos salvadoreños las que esperan recibir.
Elías indicó que el evento será transmitido por tres pantallas que serán instaladas en diferentes puntos del municipio para que los pobladores sean parte del acto, que contará con un número reducido de personas debido a la pandemia.
Agregó que a San Salvador viajará una delegación de 40 personas, entre ellas familiares del padre Grande, de Manuel Solórzano, de 72 años, y Nelson Rutilio Lemus, de 17, asesinados junto al religioso y quienes también serán beatificados.
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La ceremonia de beatificación está programada para las 17.00 hora local (23.00 GMT del sábado) en la Plaza de las Américas, conocida popularmente como plaza Salvador del Mundo, mismo sitio donde en 2015 fue beatificado san Óscar Arnulfo Romero.
También será beatificado el sacerdote italiano Cosme Spessotto, quien fue asesinado el 14 de junio de 1980 mientras se encontraba arrodillado en un banco de una iglesia y dos personas, usando pelucas que ocultaban su identidad, entraron y le dispararon con una ametralladora.
Monseñor Rafael Urrutia señaló recientemente a Efe que los asistentes al acto deberán de contar con su esquema de vacunación completo -dos dosis de la vacuna anticovid-, portar mascarilla y alcohol en gel
Grande, conocido como “padre Tilo”, era párroco en la localidad de Aguilares, 32 kilómetros al norte de San Salvador y mantenía una amistad con san Romero, asesinado en 1980 mientras oficiaba una misa.
Romero fue consagrado arzobispo de San Salvador en febrero de 1977 y tres semanas después fue asesinado Grande, hecho que le llevó al inicio de una larga cadena de denuncias de graves violaciones de los derechos e injusticias sociales hasta que le mató un escuadrón de la muerte.
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Al menos 500 religiosos, entre curas, monjes y laicos, fueron asesinados antes y durante la guerra interna salvadoreña (1980-1992).
Entre las víctimas religiosas también están los seis padres jesuitas de la Universidad Centroamericana (UCA), cinco de ellos españoles; tres monjas estadounidenses de la orden Maryknoll; y varios catequistas de las Comunidades Eclesiales de Base.
La guerra salvadoreña, que enfrentó al Ejército, financiado por Estados Unidos, y a la entonces guerrilla Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), causó unos 75.000 muertos y cerca de 8.000 desaparecidos.