Los familiares de los presos políticos emitieron un comunicado este 19 de noviembre denunciando que luego de más de cinco meses de prisión para los opositores «persisten las violaciones a sus derechos humanos y al debido proceso» manteniéndolos en indefensión absoluta, acoso a familiares durante las visitas y castigos posteriores a personas presas políticas. Demandan que mientras estén «ilegalmente detenidos se respeten sus derechos y su presunción de inocencia».
El lunes, 15 de noviembre, fue autorizada la tercera visita a los rehenes de Ortega en casi medio año de detención. Durante el encuentro, sus familiares pudieron notar afectaciones de salud, pérdida de peso y torturas a las que son sometidos sus parientes. En el comunicado expresan que «todas las peticiones presentadas por sus abogados son denegadas o no resueltas. No se ha respetado el debido proceso de ley y sus procesos han sido suspendidos de facto, alegando carga laboral, indefinidamente».
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Afirman que durante las visitas existe presencia exagerada de agentes policiales; revisiones físicas que incluyeron retiro de vestimenta y ropa interior, despojo de objetos de uso personal. «Fotos y videos registrando el saludo inicial en las visitas, incluso exigiéndonos posar y retirarnos las mascarillas en contra de nuestra voluntad. No permitieron la visita de quienes sustituían a familiares fallecidos o en condiciones de salud grave, aún cuando fue solicitado por la persona presa política y familiares con anterioridad. A esto se le suma que no se nos permitió mostrarles cartas, dibujos, ni fotografías de otros familiares e hijos menores de edad durante la visita», sostienen.
También denuncian que no se ha admitido valoraciones médicas externas o especialistas, ni siquiera en los casos de condiciones preexistentes que podrían desarrollar otras afecciones y poner en riesgo la vida de los detenidos. Las torturas físicas y psicológicas se mantienen desde su detención afirman los familiares de los presos políticos.
La mayoría de las celdas en las que se encuentran son pequeñas con camas de concreto que tienen colchonetas gastadas por el uso, aseguran que esto les causa dolores musculares y lesiones en la piel, sumado a la persistencia de iluminación las 24 horas en algunas celdas mientras otras permanecen en total oscuridad.
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Los familiares en general mantienen preocupación por las dirigentes de la Unión Democrática Renovadora (Unamos) Tamara Dávila, Ana Margarita Vijil, Suyen Barahona y Dora María Téllez, quienes están siendo sometidas a aislamiento permanente, confinadas en celdas solitarias. El caso «más alarmante» es el de Tamara Dávila, pues los familiares señalan que su celda está completamente sellada desde que fue secuestrada.
Demandan la libertad inmediata de los reos de Daniel Ortega, y mientras se encuentran bajo prisión exigen el inmediato del aislamiento al que están sometidas Tamara Dávila a «quien nunca han sacado al patio y permanece en celda empernada», Suyén Barahona, Dora María Téllez y Ana Margarita Vijil.
Además del cese a los interrogatorios sin la presencia de sus abogados, el establecimiento de visitas semanales y la autorización de la entrega de alimentos y el respeto al debido proceso.