La Policía Nacional, subordinada a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, aprobó la tercera visita a los 39 líderes nicaragüenses detenidos desde mayo 2021. Fuentes, que por seguridad declararon bajo anonimato, confirmaron al equipo de Artículo 66 que a partir de este lunes, 15 de noviembre, los presos políticos podrán ver a sus familiares. El encuentro se lleva a cabo en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote», donde se encuentran detenidos desde hace más de 150 días.
Los parientes podrán ver una vez más a los rehenes del régimen y conocer su situación física y de salud, luego de 32 días del último encuentro autorizado por los Ortega-Murillo.
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La segunda visita duró dos horas, a cada persona que asistió al encuentro, agentes policiales se encargaron de tomarles fotografías y videos cuando entraron a la sala y durante la convivencia.
En el último encuentro, algunos presos políticos habían recuperado algo peso perdido, esto se debe a que la alimentación ha variado. Familiares indicaron a Artículo 66 que ahora les agregan algunos guisos al arroz y frijoles que habitualmente reciben en los tiempos de comida.
Los parientes detallaron que los rehenes de la dictadura siguen separados en celdas aisladas sin poder hablar con los otros opositores. Algunos se han refugiado en la oración para sentir alivio y consuelo durante el cautiverio al que son sometidos por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Además, los detenidos que han presentado problemas de salud son atendidos por médicos en «El Nuevo Chipote» y a los familiares les han solicitado el medicamento necesario para tratar la enfermedad. Los interrogatorios no han parado desde la última visita y son sometidos a extensos cuestionarios por agentes policiales.
Camino a las cuestionadas elecciones, la pareja presidencial mandó a encarcelar a 39 opositores, entre ellos, aspirantes presidenciales, dirigentes del Movimiento Campesino, líderes estudiantiles, periodistas, exdiplomáticos, defensores de derechos humanos y empresarios. Todos acusados por supuestamente violar la Ley 1055, Ley de Soberanía, usada por Ortega y Murillo para tildar a los nicaragüenses de «traidores de la patria».
El pueblo de Nicaragua y la comunidad internacional continúan demandando la liberación inmediata de los más de 150 presos políticos, que se encuentran recluidos en las cárceles del país.