El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más fue galardonado este 20 de octubre, con el Premio a la Democracia por la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés). La organización también condecoró a otras tres organizaciones centroamericanas que «representan los valientes esfuerzos de la sociedad civil para promover la democracia, el estado de derecho, la rendición de cuentas y la transparencia en la región».
La NED es una fundación privada sin fines de lucro dedicada al crecimiento y fortalecimiento de las instituciones democráticas alrededor del mundo, su presidente y director ejecutivo Damon Wilson, señaló que «los cuatros grupos espectaculares representan un esfuerzo mayor de las bases en Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, para abordar los temas de gobernanza, la responsabilidad y los derechos humanos. A lo largo de Centroamérica la democracia y sus instituciones están bajo opresión, mientras que los autoritarios y autócratas consolidan su poder y desestabilizan y empobrecen los países de la región».
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Subrayó que «en Nicaragua siete candidatos a la presidencia están entre rejas, en Honduras las elecciones multipartidistas se avecinan, pero dejan a los ciudadanos con pocas opciones honestas en las urnas, en Guatemala y El Salvador la sociedad civil está reclamando el cierre de los espacios cívico. A lo largo de la región el estado de derecho parece ser la excepción y no lo habitual. La gobernanza y las oportunidades de desarrollo para el ciudadano continúan siendo frustradas».
Por tales razones, bajo un contexto violento, de persecuciones políticas y amenazas; «la valentía, el compromiso y el talento es algo que se debe celebrar» manifestó el presidente de la NED, porque estas organizaciones de la sociedad civil galardonadas y el sector de los medios independientes trabajan arduamente para encontrar formas de preservar las oportunidades para el progreso y exponer las acciones antidemocráticas de los gobiernos y buscar un nuevo curso para el futuro.
El evento inició con las palabras de apertura de Ricardo Zúñiga, Subsecretario Adjunto Principal para Asuntos de l Hemisferio Occidental y Enviado Especial del Departamento de Estado para el Triángulo Norte de Estados Unidos. El mandatario reconoció la labor de las cuatros organizaciones centroamericanas defensoras de los derechos humanos en la región e indicó que «es importante reflexionar sobre la importancia de su trabajo y por que no tenemos que buscar más allá de la situación en Nicaragua, para entender que la supresión de la democracia da lugar al desastre social y económico. Los gobiernos autoritarios no pueden entregar la estabilidad, es una fantasía que se siguen contando los gobiernos populistas e híbridos, a lo largo del mundo y desafortunadamente es algo que se ve mucho en Centroamérica».
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Por otra parte, la actividad contó con dos paneles, en el primero se abordó la “Democracia y Gobernabilidad en Centro América: Defendiendo el espacio cívico y los medios independientes para la transparencia y rendición de cuentas, moderado por Moisés Naím del Fondo Carnegie para la Paz Internacional. En esta conversación participó Antonia Urrejola Noguera de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; Santiago Cantón del Diálogo Interamericano y Luis Botello de la Red Internacional de Periodistas.
El segundo espacio fue conducido por Damon Wilson presidente de la NED, y presidido por los galardonados Gonzalo Carrión presidente del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más; Helen Mack, presidenta de la Fundación Myrna Mack en Guatemala; Diego Jacobo, presidente de TRACODA en El Salvador y Jennifer Ávila, de Contracorriente en Honduras.
El condecorado defensor nicaragüense de los DD.HH en su intervención relató que «ha sido duro para nosotros, continuar sumando nuestras voces en defensa de los derechos humanos desde el exilio; no es fácil, como no ha sido nada fácil para el pueblo de nicaragua su lucha por la libertad».
Carrión hizo énfasis que tanto los gobiernos denominados de derecha e izquierda violentan los DD.HH, y «nicaragua esta gobernada por una familia que es una tiranía y niegan cualquier tipo de derecho humano; y convencido de ello, nunca hemos dudado entregarnos por entero a defender los DD.HH. y ahora, continuarlo haciendo en unas condiciones más difícil desde el exilio» reiteró.
Añadió que «Nicaragua es un mal ejemplo para la región, debido a que la pareja presidencial esta empeñada en perpetuarse en el poder ilegítimamente y en la vida los malos ejemplos, son propenso a imitarse rápidamente, más en cuestiones políticas, en medida que se prolongue un régimen como el que tenemos nosotros, que somos tan cercano a la región».
El presidente del colectivo alegó que la reelección y el continuismo ha sido dañino para Nicaragua. «Tenés el ejemplo de la dictadura somocista con 43 años en el poder y ahora, Ortega desde el 79 y va por el cuarto periodo consecutivo de forma ilegítima, no hay duda que esa forma de gobernar de una concentración absoluta de poder, es dañina no solo para Nicaragua, pues todos estamos viendo malas señales de esa tendencia autoritaria de los gobiernos, que en definitiva no hay que esperar que ese cáncer le haga mas daño a la sociedad» puntualizó.
Entorno a las eventuales elecciones presidenciales del país, en su intervención declaró que «las señales están bastantes marcadas, el siete de noviembre se va a cometer un fraude que ya esta predeterminado, a final de 2020 e inicio de 2021 se aprobó un combo de leyes eminentemente represivas para imposibilitar la participación de un proceso electoral con las características para que sea valorado como libre, universal y secreto, en Nicaragua no hay las más mínimas condiciones para elección, ese día va a haber votación, no elección, en ese sentido la pretensión de perpetuarse en el poder hace indicar, que sí lo va a lograr, consumar el fraude pero no está totalmente claro, porque el país está lleno de incertidumbre».
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El Colectivo está formado por un grupo de defensores de derechos humanos que están exiliados en Costa Rica desde de la cancelación de la personalidad jurídica del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), tras la feroz embestida del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra las ONG, a quienes acusó de financiar el supuesto «golpe de Estado» contra su gobierno.
La organización nicaragüense ha documentado más de 400 denuncias de violaciones a derechos humanos en Nicaragua; 114 constituyen denuncias de víctimas de torturas de excarcelados que sufrieron detenciones arbitrarias, malos tratos y actos de torturas dentro de las celdas policiales, centros penitenciarios y centros clandestinos en Nicaragua como consecuencia de la represión.