Con el título «Tribunal de Conciencia, la violencia sexual como crimen de lesa humanidad bajo el régimen Ortega-Murillo Nicaragua 2018» fue presentado este lunes, 30 de agosto, el libro elaborado con testimonios de jóvenes víctimas de violaciones a manos de las fueras represivas subordinadas a los dictador Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo.
El análisis estuvo a cargo del juicio de conciencia promovido en septiembre de 2020 por la Fundación Arias para la Paz y otros organismos defensores de los derechos humanos. En el proceso rindieron testimonio 18 personas que participaron en las protestas antigubernamentales iniciadas en abril del 2018. Los relatos demuestran que la dictadura de los Ortega-Murillo sí practicó el abuso sexual como una forma de represión.
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«La sistematicidad de los hechos y la intencionalidad de causar años son los elementos más importantes para declararlos como crímenes de lesa humanidad. La tortura sexual implica una clara intención de causar daño», explicó Clemencia Corre, especialista en derechos humanos e integrantes del tribunal de conciencia.
La defensora señaló además que Ortega y Murillo y su cadena de mando deben responder por los crímenes de lesa humanidad cometidos a raíz de las protestas de 2018 «aunque la mayor responsabilidad recae en los dictadores».
Crímenes «innombrables»
La integrante del tribunal de conciencia detalló que los testimonios ofrecidos ante los jurados por las víctimas de la represión de la dictadura Ortega-Murillo son un reflejo del horror que se vivió en esa época.
«Lo testimonios son un reflejo que explica a la opinión pública parte de lo que sucedió. Los crímenes son innombrables. Los testimonios son una forma de expresar el horror que vivieron las víctimas de la represión», recalcó Corre.
Suzanne Fischer, presidenta de la Fundación Arias, explicó que los relatos que contiene el libro están inspirados en los testimonios de 18 víctimas de la represión en Nicaragua.
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«El propósito es servir de pruebas a ser presentadas en los tribunales internacionales. Demostrar que la tortura sexual fue utilizada como forma de represión, de intimidación, para acallar las voces de jóvenes valientes que salieron a las calles a manifestarse contra el gobierno», indicó Fischer.
Consultada sobre la similitud que podrían haber entre la actual dictadura de Nicaragua y la de la familia Somoza que gobernó el país hasta 1979 cuando fueron derrocados por la guerrilla sandinista, Fisher la tildó de iguales.
«La violencia contra el pueblo es igual en uno y otro régimen (de Somoza y Ortega), es algo que nunca imaginamos, que aquellos que lucharon contra Somoza hoy estén reprimiendo a su pueblo tal como lo hacían los Somoza. La represión, las limitaciones a las libertades individuales, la imposibilidad de los nicaragüenses a expresarse libremente», lamentó la directora de la Fundación Arias para la Paz.
Sobre el libro
El libro de denuncia y testimonio fue producido en colaboración entre la Fundación Arias, la Plataforma de Acceso a la Justicia y Bianca Jagger Human Rights Foundation.
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El tribunal basó su trabajo en base a esos 18 testimonios de víctimas de violencia sexual que permanecieron detenidos, ilegal y arbitrariamente, por parte de funcionarios oficiales del estado de distintos estamentos, policiales, gubernamentales, municipales y paramilitares, tanto en cárceles oficiales como clandestinas. La obra «constituye un homenaje a las víctimas que puedan sentirse representadas y reivindicadas en dichos relatos», indican los autores.
Dedicatoria de Bianca Jagger
«No puedo dejar de pensar y mencionar en este momento a los más de 150 presos políticos, mujeres, hombres, periodistas, empresarios, precandidatos que se encuentran sufriendo torturas quizás similares a las ya descritas en este tribunal. A sus familiares y amigos mi solidaridad y mi voz, acá estoy y estaré hasta que sean libres, hasta que Nicaragua sea libre», escribió en la dedicatoria de la obra la defensora internacional de derechos humanos de origen nicaragüense Bianca Jagguer.
Agregó que les manda abrazos a las víctimas de la represión, «a las madres de los asesinados en abril, a sus familiares, recordándoles que no descansaremos hasta no ver a los culpables de todo este latrocinio tras las rejas. El pueblo nicaragüense ya los condenó, el mundo ya los condenó, la justicia divina ya los condenó, falta que la justicia universal haga lo propio».
El libro estará disponible en formato electrónico?