El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través del Ministerio de Gobernación (Migob), ordenó el cierre de seis Organizaciones No Gubernamentales (ONG) extranjeras que tenían presencia en Nicaragua. Desde diciembre de 2018, canceló la personalidad jurídica a nueve ONG nacionales y el 28 de julio pasado a otras 24, entre ellas 15 asociaciones médicas que criticaron el manejo de la pandemia del COVID-19 que ha dejado una estela de muerte y contagio en el país.
Las seis ONG canceladas por el régimen son: National Democratic Institute for International Affairs (NDI), International Republican Institute (IRI) y Helping Handh The Warren Williams Pagel Foundation, originarias de Estados Unidos; Fundación Oxfam Intermón, de España; Ofam Ibis, de Dinamarca y Diakonia, originaria de Suecia.
La resolución del Migob, publicada en La Gaceta Diario Oficial 152 de este lunes, 16 de agosto, resuelve cancelar los registros y número perpetuo asignado a las entidades «por obstaculizar el control y vigilancia del Departamento de Registro y Control de las Asociaciones del Migob, incumpliendo con las leyes de la materia en Nicaragua».
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El Migob explica que las seis ONG «han incumplido sus obligaciones» al «no reportar estados financieros conforme periodos fiscales y juntas directivas del país de origen, incumplir con requisitos establecidos para la recepción de donaciones e informar al Migob de las gestiones previas a su recepción, no reportan desgloses detallados de sus estados financieros, falta de convenios que definan claramente fuente de financiamiento y cartera de proyectos, carencia de documentos de identidad de sus proveedores de fondos y no reportaron información de identidad y origen de todos sus donantes».
«El actuar de las seis ONG obstaculizó el control y vigilancia del Departamento de Registro y Control de las Asociaciones del Migob al no poder identificar en ente regulador a los representantes legales, directivos, domicilios y administración de fondos del organismo, desconociéndose la ejecución de los mismos y si son acordes a sus objetivos y fines para los cuales se les autorizó su registro en Nicaragua», agrega el Migob.
La resolución señala que los bienes de las ONG serán liquidados según lo establecido en los estatutos de cada organización y si esto no está contemplado los mismos pasarán a manos del Estado. Esta misma táctica usó Ortega para confiscar todos los bienes y acciones de todas las ONG canceladas por la dictadura con anterioridad-
En diciembre de 2018, el régimen de Daniel Ortega ordenó a sus diputados cancelarle la personalidad jurídica a nueve organizaciones no gubernamentales a las que acusó de haber apoyado la rebelión social de ese año que reclamó democracia en el país.
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El primer blanco fue la organización Centro de Información en Servicios de Asesoría en Salud (CISAS), que dirigía la ciudadana nicaragüense Ana Quirós; después el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP), dirigido por el politólogo Félix Maradiaga; y la asociación Hagamos Democracia y el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). El régimen siguió con el Centro de Investigaciones de la Comunicación (Cinco), el Instituto de Liderazgo de las Segovias (ILLS); el Instituto para el Desarrollo de la Democracia (Ipade), la Fundación del Río y la Fundación Popol Na.
Ortega confiscó los edificios de medios de comunicación y varias ONG a finales de 2018. Dos años después, en diciembre de 2020, repartió los bienes al Ministerio de Salud (Minsa) y mandó a instalar casas maternas, centros de rehabilitación, entre otros. Los propietarios de las ONG y dueño de medios calificaron esta acción del régimen como «actitud criminal de robo» y la «segunda piñata» del sandinismo.
Como dijo Alejandro Magno al cruzar el rio Rubricon, “La Suerte está echada”. Ortega y Murillo no tienen ESCAPATORI A A LA furia de un pueblo sometido, humillado y socavado ya que h as sufrido demasiado por los vehsmenes, ultrajes de un par de viejos que quieren sostenerse en el poder para cuidar los robos hechos x todos sus doce hijos!!! La Parria nos hará justicia!