La Coalición Nacional (CN) no respaldará ni promoverá la participación ciudadana en lo que denominó «farsa electoral» porque, según la organización opositora, bajo las condiciones actuales no existe ninguna garantía de que el voto ciudadano sea respetado.
«Reconocemos la vía electoral como el camino necesario para salir de esta profunda crisis política y nuestro espíritu democrático nos anima a respetar la decisión de la ciudadanía nicaragüense que aún sin condiciones decidan intentar el ejercicio de su voto», dijo Luis Fley, coordinador rotativo del Comité Nacional de la CN.
Alexa Zamora, miembro de la CN aclaró que no participarán en el proceso electoral y que se enfocarán en la documentación y denuncia de las anomalías en el proceso. Además, llamó a otras organizaciones a sumarse a desconocer los resultados del proceso. «Es irrelevante ir a las urnas. El régimen ya contó los votos», sentenció Zamora.
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La CN propone desestimar el actual proceso electoral, perseverar en la búsqueda de condiciones necesarias para desarrollar un proceso electoral libre, transparente y observado y que se implementen reformas políticas y electorales que cumplan con la resolución de la OEA sobre el “Restablecimiento de las instituciones democráticas y el respeto de los derechos humanos en Nicaragua mediante elecciones libres y justas” del 21 de octubre del 2020 en Medellín, Colombia.
El grupo opositor asegura que la dictadura ha mostrado, sin tapujos, su voluntad de perpetuarse en el poder mediante un «descarado fraude electoral, una de las peores elecciones en la historia de Nicaragua». Agregan que el régimen no goza de respaldo popular y que la presión del pueblo obligó a Ortega y Murillo a aprobar y ejecutar un conjunto de medidas para atornillarse en el poder.
«Ante la negativa de la dictadura para cumplir con condiciones electorales básicas, la Coalición Nacional valora que el proceso electoral previsto a llevarse a cabo el 7 de noviembre del presente año, no representa una salida a la crisis sociopolítica del país a través de una transición democrática, puesto que no cumple con ninguno de los requisitos establecidos por la comunidad nacional e internacional para ser considerado un proceso legítimo y transparente; mucho menos responde a las demandas hechas por la ciudadanía en abril 2018, por ende, el proceso electoral lejos de resolver la crisis, la agudizará», enfatizó Fley.
La Unión Europea (UE) emitió una declaratoria en la cual señala que Daniel Ortega y Rosario Murillo quieren ganar las elecciones del siete noviembre «sin competencia», esto tras las decisión del Consejo Supremo Electoral (CSE) de cancelar la personalidad jurídica al último partido opositor Ciudadanos por la Libertad (CxL).
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El diplomático europeo aseguró que a los nicaragüenses se les «está privando» del derecho humano y civil al voto en unas elecciones «creíbles, inclusivas y transparentes», mandato establecido en la Constitución Política y las normas internacionales de derechos humanos.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, considera que «las últimas acciones autoritarias y antidemocráticas del régimen, impulsadas por el temor de Ortega a una derrota electoral, como el golpe final contra las perspectivas de Nicaragua de unas elecciones libres y justas a finales de este año. Ese proceso electoral, incluidos sus eventuales resultados, ha perdido toda credibilidad».
Ortega eliminó a toda la oposición que contaba con casilla electoral para competir en las votaciones del siete de noviembre de 2021 y se quedó con los partidos zancudos que inscribieron a candidatos desconocidos e impopulares. Canceló la personería jurídica del Partido Restauración Democrática, que era la casilla de la CN y luego canceló la del Partido Conservador (PC).
La CN lamentó y repudió la decisión del CSE de retirar la personería jurídica de Ciudadanos por la Libertad (CxL), el último partido opositor que participaría en las votaciones generales.