Este lunes, dos de agosto de 2021, es el último día que tienen los partidos políticos para realizar las inscripciones de los candidatos a la Presidencia, Vicepresidencia y Diputados ante la Asamblea Nacional y el Parlamento Centroamericano, en el Consejo Supremo Electoral (CSE), órgano al servicio de la dictadura Ortega-Murillo.
La Alianza Ciudadanos por la Libertad (ACxL) inscribió a su formula presidencial que fue presentada el 28 de julio, en la que un excombatiente de la Contra en los años 80 y una reina de belleza son los candidatos a la Presidencia y la Vicepresidencia, para desafiar a Daniel Ortega y Rosario Murillo, en los comicios previstos a realizarse en noviembre próximo.
Noticia relacionada: Exmiss Nicaragua Berenice Quezada es la candidata a la Vicepresidencia de la Alianza CxL
La Ley Electoral de Nicaragua establece que la presidencia y vicepresidencia del país deben ser compartidos entre un hombre y una mujer. Luego de que anunciaran a Sovalbarro como el candidato presidencial por encima de Noel Vidaurre y Américo Treminio, debía ser una mujer quien acompañara a la formula de ACxL, según información divulgada fue Sovalbarro quien propuso a la exmiss para que se uniera a su plataforma política.
Sin brindar declaraciones a su llegada al CSE, la formula se hizo acompañar de la presidenta de ese partido, Kitty Monterrey, siendo los primeros en inscribirse este dos de agosto.
Noticia relacionada: Inscripción de candidatos a cargos de elección popular vence el dos de agosto; FSLN mantiene en secreto a sus designados
A su salida del proceso de inscripción se dispusieron a responder a los cuestionamientos, Sovalbarro no confirmó los nombres de los candidatos a diputados por parte del partido, pero aseguró que son 222 candidatos los que se encuentran en la lista integrada por «muchos elementos jóvenes», decidieron mantener hermetismo entre los nombre de los principales candidatos asegurando que «en su momento el partido va a publicar la lista».
Afirmaron que ya están resolviendo el tema del financiamiento por el que hace algunas semanas el partido solicitó apoyo para avanzar con su campaña electoral y todo lo que implica este proceso a las elecciones en noviembre, expresaron que no solo depende de la empresa privada sino también del apoyo de los nicaragüenses.
Sovalbarro se mostró desinteresado en el tema de las sanciones al régimen por parte de la Unión Europea, entre ellos se encuentra la vicemandataria Rosario Murillo, el precandidato expresó que no tenía ningún comentario respecto al tema de las sanciones, pero aseguró no tener miedo a ser inhibido.
Por su parte la candidata a la vicepresidencia, Berenice Quezada, respondió a los señalamientos de su inexperiencia en el entorno político asegurando que «yo no tengo ninguna profesión en la política, nunca me he visto metida en la política, pero como siempre lo he venido trabajando en mis redes sociales yo quiero seguir ayudando a mi gente, por eso decidí estar en este cargo social, por eso dije sí a Nicaragua, porque quiero que Nicaragua sea libre y que las personas más vulnerables de este país tengan una oportunidad. Yo creo que en el país las condiciones nunca han estado, las condiciones las pone el pueblo saliendo a votar».
Noticia relacionada: UE sanciona a Rosario Murillo y otros siete operadores políticos del régimen de Nicaragua
Reiteró una vez más que no tiene ninguna relación con los Ortega-Murillo y que solo tuvo un momento de acercamiento debido a su participación en Miss Nicaragua 2017, un año antes del estallido social, asegurando que luego de eso no ha tenido ningún acercamiento a la hija de los dictadores, Camila Ortega.
Hasta el momento Ortega es quien ha impuesto las reglas del juego, así lo aseguran analistas políticos y reiteran que no existen las condiciones para participar en unas elecciones este noviembre próximo. La comunidad internacional se mantiene vigilando la situación del país y asegura que utilizaran todos los mecanismos legales para ejercer presión al régimen.
Mientras los partidos políticos se aprestan a inscribir a sus candidatos, el gobierno de Ortega mantiene encarcelados a más de 130 presos políticos, entre ellos 30 personas opositoras, de los cuales siete se disponían a buscar ser los candidatos de la oposición, lo que indica que Ortega ha permitido competir únicamente a candidatos que le resultan frágiles y que según los cálculos del caudillo sandinista, no podrán desbancarlo del poder.