El 13 de julio de 2018 por primera vez en la historia de Nicaragua la celebración partidaria del «Repliegue Táctico a Masaya» tuvo que hacerlo en la estación policial de esa ciudad. Daniel Ortega y Rosario Murillo fueron recibidos por el comisionado y subdirector de la Policía, Ramón Avellán. Los acompañaron decenas de agentes y paramilitares del régimen. La pareja presidencial no se atrevió a entrar a la Plaza de Monimbó, en Masaya; una de las localidades donde sus ciudadanos sufrieron más la represión en el contexto de la crisis sociopolítica.
El reloj marcaba la 1:30 de la tarde de esa histórica fecha de la nueva insurrección de Monimbó, que le decía no a los festejos de la administración de turno. Todo estaba listo para que Ortega y Murillo se conformaran con hacer su mitin en el cuartel policial que pasó más de tres meses cerrado tras el estallido de abril.
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Todo el centro de la ciudad parecía un desierto, ninguna persona asomaba la cabeza para recibir a Daniel Ortega. Únicamente una mínima portátil de propagandistas que venían en vehículos desde Managua, además de trabajadores del Estado esperaban en la zona central a los cabecillas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Desde la revolución del 80, hasta el 2018, el Frente Sandinista celebró el histórico Repliegue Tacitico en la Plaza Pedro Joaquín Chamorro, ubicada en Monimbó, Masaya; mismo lugar que el 18 de abril de 2018, centenares de ciudadanos protestaron contra la reforma al seguro social, convirtiéndose en el bastión de la nueva insurrección cívica de Nicaragua.
¿Por qué Ortega no entró a Monimbó?
Monimbó pasó cerrado por tres meses, resistiendo asedios y balaceras nocturnas por parte de grupos de terceros armados y de la misma Policía orteguista, es por eso que en junio la dictadura no pudo celebrar su repliegue. En ese barrio histórico había una muralla de adoquines que le impedían el paso.

Los líderes universitarios y sociedad civil habían exigido a la dictadura que no realizara su actividad partidaria a Masaya, porque «no eran bienvenidos». El exreo político Yubrank Suazo, con megáfono en mano llamó a toda la ciudadanía a cerrar las puertas al orteguismo en forma de protesta por las decenas de jóvenes que fueron asesinados en esas fechas.
«Todo Monimbó celebró que por primera vez en la historia, Daniel Ortega no entró y se conformó con llegar a esconderse por menos de una hora a la Policía de Masaya. Desde esa fecha, el orteguismo quedó enterrado en este pueblo», comentó brevemente uno de los autoconvocados que fue parte de la rebelión cívica, pero que hoy en día se encuentra en el exilio.
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La fecha histórica del «Repliegue Táctico» es el 27 de junio de cada año, pero el régimen ha ido variando el día, ya que últimamente lo ha festejado a inicios de julio, sin embargo, en este 2021, no se menciona la actividad que antes de 2018 era concurrida por centenares de nicaragüenses afines al sandinismo.
Ataque a Monimbó
En ese contexto, Monimbó sufrió por más de 15 horas la embestida de paramilitares y policías que con armas de alto poder atacaron la zona central del barrio indigna.
Mientras Ortega daba su trillado discurso, el pueblo indígena de Monimbó era sacudido fuertemente, defendiéndose con morteros, piedras y las famosas bombas de contactos —la mismas que ayudarían al sandinismo a combatir a la dictadura de Somoza—.

La prensa internacional evidenció cómo hombres vestidos de policías cargaban RPG 7 y todo tipos de armas de guerra para atacar a los autoconvocados.
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Una fuente en anonimato y que fue testigo de ese 13 de julio en Masaya expresó a Artículo 66 que «fue duro lo que vivió Monimbó, porque no esperábamos tanto odio por parte de la dictadura orteguista, sin embargo logramos dar la batalla y seguir resistiendo.
Tercer año que Daniel Ortega no entra a Monimbó
En el 2018, Monimbó se atrincheró con barricadas y no le permitieron la entrada a la dictadura, el seis de julio del 2019, Daniel Ortega prefirió evitarse molestias y realizó su actividad en una zona afuera de la ciudad de Masaya, en un campo de fútbol y en 2020, la realización de la actividad partidaria fue de forma virtual, debido a la pandemia del COVID-19.

Faltan seis días para la celebración del 19 de julio en Nicaragua, sin embargo no se han hecho menciones de actividades, únicamente Murillo recuerda en su discurso diario «el 42/19», pero omite hablar del Repliegue.
Articulo 66 trató de comunicarse con otros ciudadanos que fueron parte de ese 13 de julio de 2018 para Monimbó, Masaya, pero no contestaron las llamadas telefónicas y otros por temor a represalias prefirieron guardar silencio.