La Policía del régimen de Daniel Ortega continúa con sus noches de persecución política contra opositores. Pasadas las siete de la noche de este sábado, 12 de junio, oficiales allanaron de manera arbitraria la vivienda de Tamara Dávila Rivas, miembro de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) y la detuvieron.
Según información preliminar, al momento de la embestida del régimen, en la vivienda se encontraba la hija de cuatro años de la opositora y tres mujeres; y las cámaras de seguridad de la casa fueron desconectadas.
«En este momento están allanado la casa de mi sobrina Tamara Dávila, hay personas adentro, demandados el respeto a la integridad física de Tamara y del resto de personas en esa casa. Este es un S.O.S. de una operación criminal de la dictadura Ortega Murillo. (Su vivienda) está llena de patrullas y de policías que están adentro allanando la casa. Perdimos comunicación con Tamara. Demandamos el respeto a su integridad física, su liberación y del resto de personas que están en la casa, la vida de Tamara Dávila, la integridad de Tamara Dávila y del resto de personas que está en esa casa» denunció Ana Margarita Vijil, dirigente de la Unamos.

Luego de la arremetida policial, la institución sancionada confirmó que este día, Dávila Rivas fue detenida y está siendo «investigada» por realizar supuestos actos que violan la Ley 1055, normativa impulsada por Ortega para encarcelar a opositores y calificarlos de «traidores de la patria» por solicitar sanciones en contra de sus funcionarios señalados de corruptos y/o violadores de derechos humanos.

«La Policía Nacional realiza todas las diligencias investigativas pertinentes y remitirá a la investigada a las autoridades competentes para su enjuiciamiento y determinación de las responsabilidades penales», añade la nota de prensa número 146 – 2021.
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El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más condenó el allanamiento y la detención arbitraria de la activista. «En Nicaragua, con Tamara Dávila hay más de 130 personas presas políticas. Para todas ellas exigimos libertad inmediata», demandó la organización humanitaria.
Dávila Rivas es psicóloga con experiencia de trabajo en el área social. Es definida como una persona comprometida con la defensa de los derechos y con la equidad de género. Máster en género, identidad y ciudadanía; y en políticas sociales y derechos de la niñez y adolescencia.
Es miembro de la Unión Democrática Renovadora, Unamos, y del Consejo Político de la UNAB. A su vez, integrante de la Coalición Nacional. Su activismo le ha costado reiterados asedios y agresiones por parte de la Policía en coordinación con parapolicías.
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El modus operandi del régimen en contra de la joven fue el mismo que usó en contra de José Adán Aguerri y Violeta Granera la noche del martes, ocho de junio, quienes fueron allanados y «secuestrados» por el régimen después de las 8:00 pm, situación que la Policía se dignó a confirmar luego, a través de un comunicado.

Con el arresto arbitrario de Dávila, ya son ocho opositores aislados por el régimen en diez días. La dictadura mantiene detenidos e inhibidos de facto a los aspirantes presidenciales Cristiana Chamorro Barrios, Arturo Cruz, Juan Sebastián Chamorro y Félix Maradiaga. En esa misma arremetida, ordenó la detención del expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) José Adán Aguerri; el exvicecanciller José Pallais, la activista Violeta Granera.
También mantiene en sus celdas a los extrabajadores de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), Marco Fletes y Walter Gómez, quienes se suman a más de 115 presos políticos.
Daniel Ortega ha desatado su odio contra la oposición a menos de cinco meses de las eventuales elecciones presidenciales previstas para el siete de noviembre, desoyendo la demanda de la población nicaragüense y de la comunidad internacional que exigen elecciones libres, justas y transparentes.
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