El dictador Daniel Ortega no supera el «trauma» que le dejó la derrota electoral sufrida en 1990 a manos de Violeta Barrios de Chamorro y la Unión Nacional Opositora (UNO) y por ello ha procedido a inhibir, de forma arbitraria, a la precandidata presidencial Cristiana Chamorro, hija de la que lo sacó del poder la primera vez y se convirtió en la primera mujer presidenta de Nicaragua y de Latinoamérica, analizó el político y exvicecanciller José Pallais, dirigente de la Coalición Nacional.
El veterano político, que fue miembro de la UNO en 1990, aseguró durante una entrevista brindada este viernes, cuatro de junio, en el programa En Contacto de Artículo 66 que, en ese entonces, Ortega nunca esperó ser derrotado por la viuda del asesinado periodista y ahora héroe nacional Pedro Joaquín Chamorro; sin embargo, el 25 de febrero se llevó la gran sorpresa: fue desplazado del Gobierno por una abrumadora votación en su contra que superó el 54 por ciento. Ahora, la hija de quien lo derrotó, la periodista Cristiana Chamorro también representa la posibilidad de su segunda derrota y eso «no lo deja dormir», dijo Pallais.

«A Ortega no se les olvida lo acontecido en 1990 con el triunfo, inesperado para ellos, del pueblo a través de la casilla uno de la Unión Nacional Opositora (UNO) en la figura de Violeta Barrios de Chamorro. Ese trauma es un trauma enorme», recordó el político.
Rememoró que para esas elecciones los sandinistas dieron facilidades, permitieron observación internacional, porque nunca esperaron ser derrotado, sin embargo «fue derrotado, entonces no puede dormir pensando que de nuevo, otra Chamorro, en otras circunstancias, lo va a derrotar, a pesar que no ha abierto ninguna flexibilidad. Ha cerrado todo, está impidiendo por todas las formas unas elecciones transparentes, está impidiendo la competitividad, a pesar de eso tiene el trauma profundo que le dejó el triunfo de Doña Violeta y piensa que, con todo lo que ha hecho, una candidatura fuerte como la de Cristiana, puede pasar por encima de todos los tranques que ha construido para impedir la voluntad popular y puede ser derrotado».
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Para Pallais, ese es el motivo por el cual Ortega ha emprendido una verdadera persecución contra Cristiana Chamorro, que tiene el objetivo de apartarla de la competencia por la Presidencia de la República, y a la vez acallar a la prensa libre e independiente.

«El objetivo es inhibirla. Ya no es un proceso legítimo, ya nadie puede hablar de un proceso democrático, Ortega ha querido afectar todo el proceso, ha destruido y ha amarrado todos los hilos y ha hecho nudos para que nada se escape de su control. Unas contrarreformas electorales a su medida, un Consejo Supremo Electoral (CSE) con magistrados subordinados a él, las leyes represivas, la limitación a las libertades civiles de la población y la persecución de la prensa independiente», señaló.
El analista político considera que Cristiana Chamorro representa la última oportunidad de unidad porque ella presentaba una candidatura unificadora y estaba recibiendo un gran nivel de apoyo popular de toda la oposición; y Ortega procedió a cortarla, y por eso inventó ese tinglado de lavado de dinero que no se sostiene en el marco legal del derecho penal nicaragüense ni el derecho internacional.
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Asimismo, afirmó que el dictador sabe que está metiéndose en serios problemas con la comunidad internacional, sin embargo, se muestra dspuesto a someter a más sufrimientos al pueblo de Nicaragua con tal de quedarse en el poder.
«El régimen está recibiendo una avalancha de pronunciamientos muy firmes y muy claros de la comunidad internacional, yo no creo que le estén entrando por un oído y saliendo por otro. Conoce la gravedad de su actuación, sabe que ha violentado los tratados internacionales, cuyo honor nacional le compromete a cumplir el Tratado de Asociación (AdA) que hacen referencia los parlamentarios europeos y el DR-Cafta que hacen referencia los congresistas norteamericanos, y que comprometen al país a guiar su conducta interna bajo reglas estrictas, bajo aplicación de principios de democracia, de estado de derechos, respeto a los derechos humanos y es todo lo que se ha incumplido de forma flagrante, convirtiendo a Nicaragua en un país sometido a un estado policial; y el caso de Cristiana Chamorro viene a sumarse a toda la actuación del régimen para impedir elecciones democráticas, que es lo que ha escandalizado a la comunidad internacional que miraba en estas elecciones una oportunidad para solucionar la crisis», analizó el dirigente opositor.
Pallais opinó que Ortega está actuando irresponsablemente y solo está pensando en su ambición de permanecer en el poder a toda costa, no está pensando en las consecuencias de sus actos sobre el pueblo «que ya viene sufriendo, por sus políticas equivocadas, las consecuencias de un deterioro económico marcado por tres años de crisis y que va a continuar mientras continúe la falta de democracia y la violación de los derechos humanos».