Fuentes distribuidoras de combustible en Nicaragua informaron que el primer domingo del mes, seis de junio, iniciará con alza en los precios de la gasolina y el diésel, luego que el 30 de mayo experimentaran una baja, que fue la segunda en lo que va de este 2021.
La gasolina es el carburante que más golpeará el bolsillo de los nicaragüense. Por litro la gasolina súper subirá 0.65 córdobas, la regular tendrá un incremento de 0.63 córdobas, mientras que el diésel encarecerá 0.54 córdobas.
Mientras que por galón, la gasolina súper subirá 2.46 córdobas, la regular 2.38 córdobas y el diésel incrementará 2.04 córdobas, siendo este último el que menos encarecerá este fin de semana.
Con este nuevo incremento, el litro de la gasolina súper se comenzará a cotizar a 38.91 córdobas, que hasta el sábado, cinco de junio, los usuarios lo comprarán a 38.26 córdobas. En tanto la regular costará 37.70 córdobas, por la que actualmente los conductores pagan 37.07; mientras que el diésel costará 30.63 córdobas que, por el momento, se cotiza a 30.09 córdobas.
Lo que significa que por galón, la gasolina súper costará aproximadamente 147.27 córdobas, mientras que el nuevo precio de la regular sería un estimado de 142.69 córdobas, mientras que el diésel se comercializará a 115.93 córdobas.
Es necesario señalar que este nuevo incremento corresponde a Managua, porque en los departamentos se les agrega el costo por distribución, lo que significa que el alza será mayor y afectará más el bolsillo de los dueños de vehículos.
Alza en la canasta básica
Los incrementos constantes de los combustibles los ciudadanos los resienten en la canasta básica que cada semana, de igual manera, aumenta de precio. En tanto, la dictadura de Daniel Ortega sigue promoviendo la normalidad y afirmando que la economía se está recuperando.
En una reciente entrevista con Artículo 66, el economista Maykell Marenco indicó que si bien es cierto que el alza del combustible es a nivel internacional, no todos los países se enfrentan a la disyuntiva que viven los ciudadanos de Nicaragua, porque «el nicaragüense tiene que decidir entre consumir la misma cantidad de combustible, restringir su movilización y restringirse su canasta básica».
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Además señala que la problemática en Nicaragua es que el salario mínimo es precario, lo que ocasiona que el alza del combustible o de otros servicios se recienta más. «Estamos hablando de un mercado laboral donde existe el 74% de informalidad y donde el salario mínimo es de siete mil córdobas, ese salario no ajusta para muchos gastos, lo que hace que pierda el poder de compra».
El combustible ha experimentado más de 20 alzas desde el mes de noviembre de 2020 hasta la fecha; solo en dos ocasiones, en este año, los precios han bajado. Eso no alivia la crisis económica que cada vez se agudiza, debido a la carestía de la vida.