La vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, aseguró pedirle a Dios todos los días para que le conceda que de su mente, de su corazón y de sus labios «salgan las mejores palabras y las mejores expresiones». Unas palabras más adelante de su supuesta imploración empezó a tildar de terroristas y criminales a los que no comulgan con su ideología, al tiempo que, echándose atrás en sus insistentes llamados a actividades de aglomeración, pidió a sus seguidores acatar las recomendaciones de los organismos de salud internacionales para evitar contagios de COVID-19.
Durante la intervención de este martes 11 de mayo, a través de los medios de la propaganda de la dictadura, Murillo desde que iniciaron los contagios de COVID-19 en el país, sin decirlo directamente, reconoce que hay peligros de que aumenten los casos y le dijo a sus seguidores que deben hacer todas sus actividades al aire libre y en grupos muy pequeños, además de mantener el distanciamiento social que ella le cambió el nombre con «distanciamiento fraternal».
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«Nos estamos preparando para el 18 de mayo, (aniversario del natalicio de Augusto C. Sandino), hemos planificado, diseñado un programa que debe desarrollarse con las indicaciones emitidas por nuestras autoridades (de Salud) que son las indicaciones emitidas por las autoridades internacionales de salud, aplicadas a las distintas realidades de cada región, de cada país y de cada pueblo. Hemos trasladado a nuestros compañeros esas instrucciones a hacer nuestras celebraciones al aire libre, en pequeños, muy pequeños grupos, tomando las medidas de protección y de distancia fraternal»., expuso la vocera del régimen.
Alaba la paz «de sus fusiles».
Asimismo, entre la gran «mezcolanza» de temas que aborda superficialmente la segunda al mando del régimen Ortega-Murillo se refirió a los conflictos sociales y bélicos que se han estado desarrollando en los últimos días en varias regiones del mundo como las protestas sociales en Colombia y los bombardeos en la Franja de Gaza, en las fronteras de los territorios de Israel y Palestina.
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Murillo dijo que ese tipo de conflictos o protestas en Nicaragua no suceden porque su Gobierno y el pueblo «recuperaron la paz», que es como le llama a la estrategia empleada por ella y su esposo el dictador Daniel Ortega, para desmontar las protestas sociales del 2018, a través de contingentes de «paramilitares» armados, como si fueran un ejército regular, quienes fueron desmontando las protestas a punta de pistolas, dejando un saldo, según varios organismos, de más de 300 muertos, varios miles de heridos y decenas de miles de exiliados, además de decenas de presos políticos.
«El mundo es complicado, es conflictivo, vemos estallar guerras, conflictos en todas partes, sin embargo en Nicaragua vivimos en paz, porque el heroísmo de nuestro pueblo nos permitió recuperar la paz de las manos ensangrentada del terrorismo y de los criminales», se vanaglorió Murillo.
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A renglón corrido, la vocera gubernamental, como todos los días intentó mostrarse muy cristiana y de inmediato también lanzó sus frases a los opositores.
«Sigamos adelante siempre con buenos sentimientos, con buen corazón y procuramos siempre pronunciar, y es lo que le pedimos siempre a Dios, todos los días, que de nuestra mente, de nuestros corazones y de nuestros labios, surjan las mejores palabras, las mejores expresiones para negar el egoísmo, quiero decir, cada uno de nosotros saber que el egoísmo no deja nada, el egoísmo es destructivo, el egoísmo es odio, el egocentrismo odio, es miseria humana», resaltó Murillo.
