Una caricatura de Manuel Guillén, publicada este viernes, 30 de abril, en la que se critica el autoritarismo con el que Kitty Monterrey maneja el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) provocó reacciones virulentas de parte de esa agrupación política, al punto que enviaron una carta a La Prensa exigiendo disculpas. Otros aristas gráficos aplaudieron la obra de Guillén y catalogaron de «intolerantes y oportunistas» a los seguidores de la política aludida, al tiempo que exigieron respeto a su trabajo.
El diario La Prensa publicó la caricatura de Guillén, en la que se representa a la presidenta de CxL vestida con uniforme militar parada sobre una pila de cadáveres que representan a las víctimas de la represión desatada por el régimen Ortega-Murillo a partir de la rebelión popular del 2018. Guillén es uno de los caricaturistas considerados más agudos para la critica política en al país.
Dicha representación generó una reacción inmediata y fuerte de parte de CxL quienes la misma mañana enviaron una carta al diario en la que se declaran indignados por la publicación que califican como «ofensiva y grotesca» además de «insulto y ataque de odio», tal como habla la vocera gubernamental Rosario Murillo cuando se siente atacada por la oposición.
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«Los suscriptores, miembros del Comité Ejecutivo Nacional y presidentes departamentales del partido CxL hemos conocido con estupor e indignación la ofensiva y grotesca caricatura firmada por el Sr. Manuel Guillén y publicada por el diario La Prensa, en su edición de hoy 30 de abril, en la cual la presidente de este partido Kitty Monterrey es representada con el uniforme de la Sturmabteilung (SA), las fuerzas de asalto del partido nazi y pasada sobre una pila de cadáveres sangrantes, varios con expresión de dolor y ojos abiertos, identificados con símbolos azul y blanco», describen los directivos de ese grupo político.
Agregan que «además de un insulto personal y un evidente ataque de odio contra una mujer con quien nos solidarizamos, esta es una publicación injuriosa y denigrante contra la representante de esta organización política y un irrespeto tanto para cada una de las víctimas de la represión y sus familiares como para los miles de miembros del partido que fuimos parte de la rebelión cívica de abril y hemos sufrido los embates de la represión de esta dictadura».
Los seguidores de Monterrey le achacan a La Prensa tomar posición divisionista al indicar que «tampoco es aceptable que un año cuando los nicaragüenses que creemos en la democracia debemos unirnos para buscar la salida cívica frente a esta dictadura y evitar que siga derramándose de sangre en conflictos fratricidas un medio de comunicación que ha sido bastión de la libertad y la democracia sea convertido en promotor de división entre los nicaragüenses».
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«Por tal razón, junto a nuestra más enérgica protesta por esta publicación que ofende a cada ciudadano creyente en la libertad y la democracia hacemos un serio llamado a la reflexión a la Junta Directiva y al Consejo Editorial del diario LP para que adopten acciones necesarias de desagravio frente a la persona cuya dignidad ha sido mancillada por la referida publicación y empeñen sus mejores esfuerzos para que el diario La Prensa continúe junto a los nicaragüenses al servicio de la verdad y la justicia», dicen los CxL.
Caricaturistas responden
El caricaturista de la revista Confidencial Pedro Molina, que por sus agudas críticas a la dictadura tuvo que marchar al exilio, considera que «lo más cínico es que esta gente (CxL) que tiene cero empatía con la población por todo lo que Nicaragua ha sufrido, que no le pone atención a todas las demandas de unidad que la gente está haciendo, ahora quiere conseguir empatía y atención a costa de mal interpretar, a propósito, una caricatura. ¡Eso es ridículo!».
Kitty Monterrey, implacable contra los demás opositores y descarta sumarse a la Coalición Nacional. Foto: La Prensa.
«Lo que está diciendo la caricatura (de Guillén) es que la señora (Kitty Monterrey) está cerrando el telón de la masacre que ha pasado en Nicaragua para centrarse en su propia y mezquina agenda política particular. Los argumentos que ponen del otro lado es que doña Carmela fue la que asesinó a esa gente y la caricatura en realidad no dice eso, porque no tiene arma ni una sola gota de sangre en el uniforme. No dice que ella los asesinó», ilustró el artista.
Molina explicó que «el uniforme militar es una metáfora visual del autoritarismo con que se expresa la señora (Monterrey) que no está distante del autoritarismo cuasi militar o militar de la dictadura».
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Para el caricaturista, la reacción «exagerada y mal intencionada» de los directivos de CxL es un ataque a la libertad de expresión «con patas débiles porque están haciendo una interpretación antojadiza a una caricatura solo porque le conviene ahorita, porque su partido y sus líderes están en entredicho».
«La dictadura aprobó recientemente un combo de leyes para censurar, solo falta que CxL aparezca denunciando a Guillén en el poder judicial amparándose en esas leyes represivas», criticó Molina.
Por su parte, el caricaturista «Cako», de Artículo 66, también consideró que la reacción de CxL es una forma de ataque a la libertad de expresión y la catalogó como «una reacción fanática, porque reacciona para proteger a una persona o un grupo frente a una crítica».
«La caricatura es una crítica más puntual que un escrito. Ese tipo de críticas expresadas a través de una caricatura no debería de provocar una reacción tan virulenta. Aunque desde el punto de vista del objetivo que se traza en caricaturista, que es provocar reacciones, creo se logró ese objetivo que es poner en el tapete un asunto que es criticable», dijo Cako quien además elogió el trabajo de Manuel Guillén de quien señaló « ha hecho un excelente trabajo en los últimos 30 años.