La Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) condenó la represión dirigida por el régimen de Daniel Ortega contra los opositores que realizaron acciones en conmemoración por tres años de la insurrección cívica de abril de 2018. La dictadura ordenó asedios, secuestros, intimidaciones, allanamientos y ataques en diferentes partes de Nicaragua, todos dirigidos por la Policía Nacional, institución al servicio de Ortega y Murillo, y grupos de civiles afines al régimen.
«Este aumento represivo ocurre en vísperas y durante la conmemoración del tercer aniversario de la resistencia cívica, en memoria de todas las personas asesinadas, desaparecidas, secuestradas, detenidas ilegalmente y exiliadas», detalla el comunicado de la UNAB, con fecha del 20 de abril; y agregan que «esta situación demuestra la anormalidad que se vive en todo el país».
Noticia relacionada: UNAB no descarta piquetes exprés en conmemoración por los tres años de rebelión cívica
Otro de los señalamientos que hizo ese grupo opositor fue que pese a la represión del régimen orteguista han podido unificar fuerzas con otras organizaciones integrantes para realizar «piquetes exprés, caravana vehicular, pegatinas, cacerolazos, pintas, lanzamientos de globo, tuitazos, entre otras».

«Hemos logrado romper el cerco policial que busca apagar el valor de un pueblo que demanda libertad y justicia», resaltan al tiempo que reiteran su compromiso de «seguir buscando la libertad de Nicaragua y exigencia del cese inmediato de los asedios que atentan contra la estabilidad emocional de las familias durante este contexto».
Califican de exitosa jornadas de protestas
Támara Dávila, integrante del consejo político de la UNAB, calificó exitosas las actividades organizadas por la sociedad civil, en las que según la opositora, «se desnudó a la dictadura y se demostró una vez más que pese a la represión ejercida por la dictadura, seguimos en resistencia cívica para lograr la libertad de Nicaragua».
Además refirió que las acciones de protestas de la Asociación Madres de Abril (AMA) y de distintos grupos a nivel nacional son «una muestra clara que si Daniel Ortega no se ha ido es porque se ha dedicado a reprimir, no porque el pueblo quiera que esté en el poder».

«Esta jornada de protestas ha demostrado el tremendo miedo que tiene (Daniel) Ortega hacia un nuevo abril, porque tuvo que mandar a su Policía y paramilitares a sitiar todo el país (…) pero aún así se pudieron hacer protestas desde las iglesias y otros lugares. Hemos dejado claro el deseo del pueblo nicaragüense de salir de esta dictadura y el compromiso por justicia porque no olvidamos a los asesinados a manos de este régimen».
Dávila indicó que como Unidad Nacional seguirán realizando jornadas de protestas, para mantener «viva la llama de abril». «Esto no se termina hasta que el dictador se vaya, vamos a seguir dando la batalla hasta que logremos justicia; nadie se ha detenido de seguir protestando, es cierto que las acciones de protestas son mínimas por el nivel de represión de este régimen, pero seguiremos en pie de lucha».