El exmagistrado electoral Roberto Rivas Reyes falleció la madrugada de este domingo, seis de marzo, luego de estar hospitalizado por más de cinco meses en el Hospital Vivian Pellas, en Managua por complicaciones asociadas al COVID-19.
Fuentes médicas informaron en condición de anonimato a Artículo 66 que desde el viernes cuatro de este mes los familiares del sancionado por Estados Unidos con la Ley Global Magnitsky se habían dado por vencidos y firmaron ante el Hospital un consentimiento de «NO RCP, que significa que si le da otro paro cardíaco, el personal no hará ninguna maniobra para recuperarlo».
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El jueves, tres de marzo, por la noche, Rivas Reyes sufrió un paro respiratorio. Por tales complicaciones y sabiendo que las probabilidades de vida eran nulas, sus familiares autorizaron a los médicos a no hacer más para regresarlo y esta madrugada sufrió uno más que lo llevó a la muerte.
Según han informado algunos médicos a este medio de comunicación, Rivas sufrió una seria afectación a sus pulmones y luego, las secuelas terminaron por deteriorar todo su organismo.
Magnitsky le cierra seguro internacional
La Ley Global Magnitsky con la que Estados Unidos sancionó en 2017, al expresidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas Reyes, ocasionó que al exmagistrado se le cerrara el seguro de vida internacional que tenía.
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Según fuentes consultadas por Artículo 66, esta medida fue una de las causas por la que los familiares de Rivas desistieron de solicitar que fuera sacado del Hospital Vivian Pellas, en Managua, donde está internado desde el tres de octubre del 2021, tras ser alcanzado por la pandemia que la dictadura que el exmagistrado ayudó a construir minimizó desde el comienzo.
Otra de las razones por las que no fue sacado del hospital se debió a que los familiares tuvieron temor que falleciera. «Las autoridades del Hospital les hablaron, claro que por sacarlo y trasladarlo a otro hospital no habían garantías de que se recupere», afirmó una fuente del Hospital Vivian Pellas.
Según conoció este medio de comunicación, pese a que el exfuncionario y allegado al régimen orteguista tenía la posibilidad de ser cubierto por el estatal Instituto de Seguridad Social (INSS), sin mayores explicaciones, el gobierno de Ortega se lo invalidó. Lo que indica «que no le quisieron pagar el tratamiento, porque saben que es caro», dijo otra de las fuentes médicas que ha atendido al exfuncionario.
«Tengo entendido de todos los sancionados, Roberto Rivas es el único al que le han suspendido el seguro del INSS», reiteró otra fuente en condición de anonimato.
Señalado de corrupto
Roberto Rivas fue señalado durante años como uno de los rostros más despreciables de la administración pública del país, por su desfachatez, los múltiples señalamientos de corrupción, enriquecimiento ilícito y varios fraudes electorales que facilitaron la permanencia ilegal y abusiva de Daniel Ortega, Rosario Murillo y toda la cúpula orteguista que se enquistó en el poder.
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En diciembre de 2017, Rivas fue sancionado por Estados Unidos con la aplicación de la Ley Global Magnitsky y a través de dicho mecanismo, fue incluido en una lista de criminales, narcotraficantes, corruptos y violadores de derechos humanos en el mundo.
Desde hace semanas se conocía que el expresidente del CSE podría fallecer en cualquier momento, los médicos ya no daban probabilidad de vida. Fuentes médicas aseguraron que había perdido tanto peso que estaba irreconocible.