El Movimiento 19 de Abril de Tipitapa y miembros de la Unidad Nacional Azul y Blanco ofrecieron una misa en la Iglesia San José de ese municipio, pidiendo por la liberación de los más de 100 presos políticos y por las víctimas de la represión del régimen de Daniel Ortega, que solo en Tipitapa se registran nueve asesinados en las protestas sociales de 2018.
En las intenciones, el Padre Oswaldo Antonio Tijerino Guerrero, párroco de la iglesia de San José mencionó a Richard Pavón, Hammer García, Ezequiel Mendoza, José Eduardo Trujillo, Geovani Reyes, Franklin Pérez, Manuel Sobalvarro, Humberto Parrales y Noel Lagos, todos de Tipitapa. Además, el cura rogó por el descanso de Álvaro Conrado, Franco Valdivia, Michael Cruz, asesinados el 20 de abril de 2018 y que hoy cumplen 32 meses de haber sido víctimas del aparato represor del régimen.
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Ivania Álvares, miembro de la Unidad Nacional Azul y Blanco y del Movimiento 19 de Abril expresó a Artículo 66 que en la actividad religiosa se recordó a Richard Pavón, quien fue el primer muerto en la insurrección de abril de 2018. «El joven Richard Pavón fue asesinado a manos de los guardas de seguridad de la alcaldía de Tipitapa (…) Hemos querido acompañar a los familiares, no solo de Richard Pavón, sino de todos los asesinados, buscando así una ruta de justicia».
La opositora refirió que esta actividad se suma a otras que en todo el año han estado realizando para seguir exigiendo justicia y reparación. «Aprovechamos este domingo de adviento para hacer está actividad».
Familiares exigen justicia y cese de la represión
María Elena Lira, tía de Ezequiel Mendoza, asesinado en junio de 2018, lamentó que a dos años de su asesinato, sigan impune los criminales. «Mi sobrino me decía que si a él le llegaba a pasar algo, que su sangre no quedara impune, que siguiéramos luchando por la libertad del país».
Además recordó el día de la muerte del joven opositor, quien fue abatido por paramilitares. «El 14 de junio él (Ezequiel Mendoza) estaba en los tranques cuando llegaron los paramilitares y policías. La últimas palabras que me dijo fueron: tía nos están matando, deme agua, sóbeme los pies, ya después no dijo nada más y falleció».
La tía de la víctima de la dictadura hizo un llamado a la oposición de Nicaragua que hay que seguir exigiendo justicia por todos los asesinados. «Soñamos con un país en democracia y que la sangre de nuestros caídos no haya sido en vano.
Culminada la misa, los familiares de los asesinados y autoconvocados realizaron una breve protesta a las fueras del templo exigiendo una Navidad sin presos políticos. Pese a que no había presencia de uniformados de la Policía, Ivania Álvarez refirió que merodeaban dos oficiales vestidos de civil, los que también increparon al párroco de la iglesia San José antes de iniciar la misa.
Policía asedió a familiares de las victimas para evitar asistencia a la iglesia
Pese a que en la iglesia había nutrida presencia de feligreses, muchos familiares de las víctimas no pudieron asistir debido al asedio que sufren po la Policía orteguista que no los deja salir de sus hogares, según denunciaron los opositores.
Ivania Álvares denunció que los familiares de Richard Pavón y Hammer García no pudieron asistir porque fueron asediados por la Policía. «Están encerrados en sus propias casas y no pudieron asistir, pero la misa se llevó acabo y se hizo mención de los nombres (de las víctimas), además se hizo una plegaría por la libertad de los presos y presas políticas».
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Artículo 66 logró evidenciar que la vivienda donde vive la familia de Richard Pavón está asediada por policías orteguistas, que se mantienen las 24 horas del día para evitar que Carlos Pavón, padre de la víctima de la dictadura salga a realizar sus diligencias.
Realizan honras florales
Pese a que los familiares de Richard Pavón y Hammer García no asistieron a la misa a causa de la represión estatal, autoconvocados colocaron arreglos floreales en los lugares donde cayeron cuando protestaban en contra del gobierno Daniel Ortega.
El lugar donde murieron los dos jóvenes opositores hay una cruz la que fue pintada de blanco y azul, recordando, según los opositores, la lucha que se tiene por la libertad de Nicaragua.
Organismos de derechos humanos registran más de 300 asesinados en las protestas sociales de 2018 y más de 100 presos políticos. Todos los crímenes han quedado impune y mas bien se continúa con el acoso, el asedio y persecución en contra de toda persona que difiere de las políticas del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
