El Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred) informó que el huracán Eta se degradó a tormenta tropical y que el fenómeno ya salió de Nicaragua con destino a Honduras. El huracán, después de los estragos causados en el Caribe Norte, siguió una trayectoria por San José de Bocay y Wiwilí, en Jinotega, para posteriormente instalarse en el país limítrofe al sur del territorio nacional convertido en depresión tropical.
El Sinapred señaló que pese a que Eta se alejó del país persistirán por 24 horas la humedad y las lluvias. A su paso, el huracán dejó dos víctimas, tras un deslave registrado en la mina El Comal, en Bonanza, donde fallecieron dos mineros artesanales. Además, hubo desborde de ríos, casas derribadas, árboles caídos, derrumbe de puentes, afectaciones en carreteras, tendido eléctrico dañado y cortes de los suministros básicos. Unas 30 mil personas fueron evacuadas por estar en zonas vulnerables.
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En Wiwilí, Jinotega, se reportó el desborde del río Wamblán, lo que provocó el colapso del puente colgante que comunica a unas 70 comunidades de esa microregión, producto de las fuertes lluvias provocadas por Eta, lo que provocó que el municipio se quedara sin energía eléctrica y sin agua potable, mientras el Sinapred todavía no se hacía presente para coordinarse con las autoridades locales y la población.
La situación se agrava en Wiwilí, debido a la pugna entre el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que pretende, hace meses, arrebatarle la Alcaldía, lo que provocó que la comuna se encuentre prácticamente acéfala y rodeada de policías.
Vocera del régimen anuncia que pedirán ayuda a organismos extranjeros para atender secuelas de Eta. Foto: Gilberto Artola.
Las organizaciones independientes lanzaron campañas de colectas para suministrar víveres a las comunidades afectadas, pero la Policía orteguista impidió que se realizaran. La Unidad Médica Nicaragüense (UMN) y la Diócesis de Bluefields denunciaron que los oficiales del régimen armados se apostaron en sus instalaciones para impedir la llegada de suministros, lo que señalaron como una obstaculización a las labores humanitarias.
Diferentes entidades pretendían ser canales para recibir agua embotellada, granos básicos, alimento para bebés, medicina, frazadas, entre otros, para hacerlas llegar a las familias que sufrieron el impacto del huracán.
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Mientras la dictadura bloquea en Nicaragua las iniciativas para ayudar a los damnificados por el paso del huracán Eta, Rosario Murillo anunció en su monólogo en los medios oficialistas que su administración solicitará ayuda internacional para atender las secuelas del fenómeno climatológico. La dictadura continúa usando la tragedia como una estrategia para hacer proselitismo político.
Al momento de trasladar la donación de 80 toneladas de granos básicos que hizo el Programa Mundial de Alimentos (PMA), no faltaron los orteguistas con sus camisetas rojinegras y las de paz y amor, características de la administración de turno.
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), Michael Healy, llamó a las instituciones públicas de Nicaragua a reparar las vías y caminos productivos afectados por la actual tormenta tropical Eta, con el fin de evitar el desabastecimiento de productos de primera necesidad en los mercados. El sector cafetalero, lácteo y de granos básicos se encuentran entre los más golpeados y las zonas afectadas se concentran en los departamentos de Matagalpa, Jinotega, Nueva Segovia y Madriz. El sector empresarial instó a que se tomen medidas a la mayor brevedad posible.