Tras la orden del Ministerio de la Familia de cerrar los proyectos de protección a madres adolescentes y de jóvenes en riesgo de la Organización No Gubernamental Casa Alianza, la entidad que lleva más de 22 años trabajando en Nicaragua anunció que apelará a la decisión del Gobierno de clausurarlos, porque consideran que pueden y deben seguir trabajando por la niñez en el país.
El 20 de octubre, el Ministerio de la Familia notificó oficialmente a Casa Alianza el cierre de sus dos centros residenciales de atención, argumentando que la institución violó las normas establecidas en el marco jurídico de la nación para el internamiento de adolescentes en centros especializados.
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Bajo ese alegato, el Gobierno ordenó que en los próximos 15 días a partir de esa fecha se debía retirar a las niñas, niños y adolescentes que estaban bajo protección especial en la Residencia de Madres Adolescentes y en la Residencia Corad Hilton.
«En base a lo anterior y habiendo dentro de la resolución una orientación de 15 días para el egreso de los niños, niñas y adolescentes protegidos en el centro, hemos procedido con nuestros abogados a apelar la resolución, buscar canales de comunicación y negociación, de manera que se pueda realizar el acompañamiento debido a los adolescentes y sus familias», dice el comunicado de Casa Alianza, firmado por la directora María José Argüello Ramos.
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La ONG aseguró que esas dos semanas las emplearían para hacer menos traumático el traslado de los beneficiarios, pero solo 24 horas después de la notificación, personal del régimen se presentó abruptamente a la residencia de madres adolescentes y se llevaron a nueve muchachas y sus hijos que estaban siendo atendidas en ese centro.
En Nicaragua la maternidad tiene rostro de niña impuesta por abusos sexuales. Foto: Tomada de internet
«El jueves 22 del presente mes, autoridades del Ministerio de Familia se presentaron en la Residencia de Madres Adolescentes para realizar el traslado de nueve madres con sus hijos, cuyos tutores no estaban al tanto de esa situación (de traslado). Estas madres estaban en el centro con el consentimiento de las autoridades y en particular con la autorización de sus padres por ser menores de edad», explica el segundo comunicado de Casa Alianza publicado en su cuenta de Facebook.
Agregan que «se conversó con las autoridades para notificar primero a las familias de las adolescentes dónde serían albergadas, pero no fue posible que ellos lo permitieran hacer de esa manera».
Artículo 66 llamó a Casa Alianza donde uno de los trabajadores, que prefirió no decir su nombre, confirmó la información. «Nos van a cerrar, ya se llevaron a las muchachas y sus hijos. Hasta las camas se llevaron, ahí no hay nada», dijo el colaborador.
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Casa Alianza agrega en su comunicad que «en los 22 años de ser reconocidos como centro de protección especial hemos mantenido comunicación permanente con las instancias respectivas, informando debidamente los casos atendidos y procurando el acompañamiento debido a sus planes de vida y reintegración familiar o vida independiente»
El organismo de protección a la niñez y adolescencia en riesgo indica que ha sido reconocido internacionalmente como un centro modelo y que en el 2019 fue distinguido con la certificación internacional «Praesidium» que los avala como un centro que cumple con todos los estándares internacionales para atender a sobrevivientes de abusos. Es el primer centro de su tipo en Nicaragua que recibe esa certificación.
«Como organización también somos un centro de atención a las adicciones en los adolescentes y contamos con un programa de atención en la modalidad de servicio de día y a nivel comunitario desarrollamos proyectos de prevención. Esto nos legitimidad para seguir adelante con nuestros proyectos actuales, brindando el apoyo y acompañamiento a nuestros beneficiarios», apela Casa Alianza.
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En el perfil oficial de su página web, la institución se describe como «una organización no gubernamental que desde 1998 se ha dedicado a brindar atención integral a niños, niñas y adolescentes de 13 a 17 años en situación de calle, adicciones y sobrevivientes de múltiples formas de violencia».
Explican que mediante un modelo de atención Integral, las y los adolescentes que ingresan a uno de sus centros residenciales especializados aprenden a ejercer un modelo de plan de vida que permite una reinserción social efectiva a la vida laboral, social y comunitaria.
