Un grupo de 148 nicaragüenses que se encuentran varados en la frontera de Peñas Blancas iniciaron su proceso de retorno al país después de dar negativo a la prueba de COVID-19 realizada por la Fundación costarricense Arias para la Paz, misma que desde el viernes, 31 de julio, empezó a realizar los test a los más de 300 connacionales.
Gonzalo Carrión, del colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca+, manifestó que la directora de Migración les informó que en estos momentos se preparan para hacer la repatriación de nicaragüenses. «Con emociones encontradas informamos que inicia el proceso de retorno, después de más de 15 días», detalló Carrión.
La directora de Migración y Extranejería de Costa Rica, Raquel Vargas, quien se trasladó hasta el lugar, explicó al medio digital Nicaragua Actual que de los 169 nicaragüenses sometidos a las pruebas de COVID-19, 148 de ellos resultaron negativos al virus. Los 21 que dieron positivo se les brindará atención requerida. «Es un esfuerzo de la sociedad civil y hemos obtenido buenos resultados porque la gente regresa a su país», detalló la funcionaria tica.
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En cuanto a los 21 connacionales que dieron positivos al COVID-19, la sociedad civil les aplicará la prueba nuevamente «y cuando den negativo nosotros retomaríamos la coordinación con las autoridades nicaragüenses para el retorno de estas personas», detalló la directora de Migración de Costa Rica.
Por su parte, la norteamericana Tanya Amador, directora de la organización Corner of Love, que también se encuentra en la frontera de Peñas Blancas y regaló alimentación a los migrantes, externó su alegría por este proceso y detalló que en estos momentos ya un grupo de unas 15 personas ya cruzó la línea fronteriza.
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Amador agregó que este organismo se encargará de continuar asistiendo a los con comida a los 21 compatriotas que dieron positivo. «Corner of Love continuará asistiendo ahora a los 21 individuos positivos con la alimentación y velando por su bienestar. No les dejaremos solos. Ha sido un privilegio de nuestro buen Dios ayudar a los centenares de varados y hoy damos gloria a Dios que la gran mayoría retornan a su patria después de esta gran experiencia», detalló.
Los compatriotas se encontraban retenidos en la frontera desde el 18 de julio, soportando sol, lluvia, hambre, bajo un campamento improvisado por ellos mismos. El régimen de Daniel Ortega les exigía la prueba negativa de COVID-19 para poder ingresar al país, misma que ellos no tenían y se les dificultaba adquirirla por su elevado precio.
El 31 de julio, la Fundación Arias para la Paz, en conjunto con la Clínica Bíblica y bajo la coordinación del Gobierno de Costa Rica, instaló la clínica móvil en la frontera de Peñas Blancas para proceder con la realización de pruebas de COVID-19 a los nicaragüenses, de forma gratuita, gracias a la solidaridad de estas organizaciones y sociedad civil.
Lo que en verdad paso es que los investigaron con los CPc del barrio o municipio y no encontraron indicios de que fueran golpistas. Lo de la prueba era para dar tiempo a la investigation.