Unas 30 asociaciones médicas del país expresaron su total respaldo y solidaridad a la Asociación Médica Nicaragüense (AMN) después que dos médicos alineados a la dictadura de Daniel Ortega denunciaran ante la Fiscalía a dicho organismo por supuestas «lesiones psicológicas y daños morales».
La denuncia la interpusieron los médicos Guadalupe Ruiz y Rubén Flores, quienes aseguran que fueron incluidos en una lista de doctores fallecidos por COVID-19 -y que supuestamente lo publicó la AMN-, sin embargo dicho organismo negó haber realizado dicha circular.
En la carta, las 30 asociaciones médicas dicen estar preocupadas por la situación, ya que el régimen de Daniel Ortega lejos de apoyar a los profesionales de salud en estos tiempos de pandemia, se encarga de acosar a los galenos levantando calumnias «que no abonan nada a la lucha contra la pandemia».
«Es por ello que consideramos inaudito que en un momento tan álgido de la pandemia en nuestro país y el mundo, se piense que AMN y resto de asociaciones intentemos perjudicar a colegas o familiares con noticias amarillistas, cuando nuestro fin es lo contrario: proteger a todos los trabajadores de la salud sin distingo de filiación política, religiosa, género, estrato social u oficio», aclaran las asociaciones en el documento.
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La dictadura de Nicaragua se ha encargado de emprender una campaña de desprestigio contra los profesionales de la salud que informan sobre la realidad que vive el país en cuanto a la emergencia sanitaria y apoyar a la ciudadanía que sufre la inoperancia de un gobierno irresponsable que desoye todas las recomendaciones para detener el contagio masivo y muertes por el virus.
Y es precisamente eso lo que el gremio de salud explica en su carta, donde detalla que su único objetivo en estos momentos es «llevar educación médico-científica continua a los asociados en sus diferentes especialidades médico quirúrgicas, elevar el conocimiento en pro de un mejor abordaje médico, ético, profesional y humano, con base en los lineamientos de las organizaciones de salud como OMS y OPS, así como a las guías y manuales terapéuticos de nuestros homólogos en América y Europa».
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Recientemente, la Unidad Médica Nicaragüense (UMN) manifestó que con estas acciones el régimen pretende «criminalizar el ejercicio del debate científico con el fin de ocultar la verdad». Aquí se refiere a la situación de la pandemia que el gobierno mantiene cifras que no son creíbles, en comparación a los datos del Observatorio Ciudadano que a través de su recuento se acerca a la verdadera realidad que vive el país.
El gremio de médicos en su carta continúa expresando que «se está acusando de manera irresponsable a una asociación médica como AMN de un hecho indigno, como es de crear zozobra y daño a colegas trabajadores de la salud y su familia, sabiendo que cumplen una loable labor en la lucha por contener y mitigar los efectos de esta pandemia en la población nicaragüense, que es nuestra verdadera y única razón de ser y existir».
A estas campañas de difamación se suman los despidos masivos que está realizando el régimen contra los médicos que laboran en hospitales públicos. En los últimos días se ha conocido que al menos unos 15 doctores, de diferentes especialidades, han sido despedidos por el hecho de informar con transparencia la deficiencia en el sistema de salud pública para enfrentar esta pandemia.
«Por tal razón dejamos sentado nuestro total y unánime apoyo y solidaridad con la Asociación Médica Nicaragüense, su junta directiva y en particular su presidente Dra. Greta Solís Vargas», concluye.
Los profesionales de la salud no han visto con claridad q los dictadores asesinos y sus batracios no respetan nada ni a nadie. Ellos mismos inventan las noticias falsas y luego se hacen las víctimas, eso lo conocemos bien todos los nicaragüenses. Ellos hicieron saqueos, quemas, destrucción y muerte desde abril d 2018, y todos hemos visto y escuchado cómo ahora se hacen las víctimas, hasta repiten la monumental mentira del intento d golpe d estado. Y si los médicos no toman acciones serias, no se detendrá el hostigamiento d los batracios contra ellos. Con el binomio asesino es imposible razonar xq están ardidos x las sanciones gringas. Es desde esta realidad q los médicos tienen q actuar, se plantan con la verdad, o se convierten en cómplices d este genocidio. Los asesinos no valoran nada ni a nadie, sólo a su círculo familiar, y después d las sanciones están peor q nunca xq se les terminó el bisne. Desgraciadamente esa es s la realidad, y ni médicos, ni abogados, ni ingenieros, ni contadores, ni sacerdotes, ni pastores, ni periodistas, ni gente de a pie, ni empresarios, ni nadie los hará entender xq ya perdieron cualquier rasgo d humanidad