La rebelión cívica de los nicaragüenses, iniciada en abril 2018, puso contra las cuerdas a la administración de Daniel Ortega y Rosario Murillo. La dictadura respondió a balazos y asesinó al menos a 328 ciudadanos, según lo confirmó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Ortega recurrió a la violencia echando manos de la Policía y grupos paramilitares para descargar fuego contra cualquier opositor que se atrevía a levantar la cabeza. También obligó al exilio a más de 100 mil y encarceló a cerca de cinco mil, según las denuncias recibidas por organismos defensores de derechos humanos, casi todos los días, después de abril de 2018.
Han sido meses de terror para quienes reclamaban por libertad, elecciones libres y justicia. Pero, mientras Ortega aplacaba a tiros esa rebelión, el FSLN también se dedicó a reconcentrar todas sus fuerzas para recuperar el control de las calles. Convirtió en un crimen manifestarse, incluso con la bandera nacional, pero lanzó a sus bases a marchar por todo el país. En total, el sandinismo realizó por lo menos 350 movilizaciones partidarias a nivel nacional.
TERCERA ENTREGA
Un equipo conformado por Artículo 66 y Expediente Público, a través de un monitoreo realizado en los medios oficialistas, documentó que en 2018, el FSLN movilizó a sus estructuras para organizar 196 concentraciones progobierno, de las cuales 60 se hicieron en Managua y fueron denominadas por la primera dama y vocera gubernamental, Rosario Murillo, como «caminatas y marchas por la Paz».
Managua escenario del FSLN
La administración Ortega-Murillo convirtió a Managua en su plaza principal para concentrar a sus seguidores. Inicialmente, las convocatorias se dieron para mostrar respaldo al FSLN e intentar opacar el descontento social de miles de nicaragüenses que salieron a las calles ante la inacción del Estado por el incendio de la Reserva Biológica Indio Maíz ocurrida el tres de abril y por el paquetazo de reformas al reglamento de la Ley de Seguridad Social que fue presentada el 16 de abril de 2018.
La mayoría de las movilizaciones fueron, en realidad, parte de las llamadas «contra marchas», un tipo de agitación partidaria que usaba los mismos temas de la oposición para imponer su fuerza, usando a trabajadores del Estado que abanderaban, a la inversa lo que había iniciado el descontento. Por ejemplo, el FSLN ordenó marchar «por amor a Indio Maíz», movilización en «respaldo a las reformas del Seguro Social», «caminatas por la paz, justicia y castigo para los terroristas», entre otras, que finalizaban en concentraciones en plazas públicas y avenidas de la capital.

Los manifestantes ondearon en todo momento la bandera roja y negra mientras coreaban consignas en favor del gobierno sandinista. De las 60 actividades que tuvieron lugar en Managua, 24 se realizaron de abril a julio 2018, cuatro de estas se realizaron en simultáneo cuando la oposición logró concentrarse en la capital para demandar justicia por los nicaragüenses asesinados, libertad para los presos políticos y democracia para Nicaragua.
La primera «contra marcha» se registró el 9 de mayo de 2018, al momento que los autoconvocados se concentraron en la Marcha Nacional Azul y Blanco que recorrió desde la Catedral Metropolitana hasta el Monumento Alexis Argüello. Simultáneamente el partido gobernante acarreó a sus seguidores hacia la Avenida Bolívar para participar del acto partidario «Unidos en un solo corazón y clamor: cientos de miles de nicaragüenses cantan por la paz y el cariño».
La segunda se dio el 30 de mayo, Día Nacional de las Madres. Los nicaragüenses opositores a la administración sandinista salieron a las calles a solidarizarse con las mujeres, a quienes la represión gubernamental les arrebató la vida de sus hijos. Se reunieron en la caminata «la madre de todas las marchas» que salió desde la rotonda Jean Paul Genie hacia la Universidad Centroamericana (UCA). Al finalizar los participantes fueron atacados por oficiales de la Policía Nacional, grupos de civiles armados y miembros de la Juventud Sandinista (JS).
Mientras los seguidores del FSLN atacaban a los autoconvocados en el sector de la UCA, el presidente Daniel Ortega advirtió a sus militantes que tenían que «recuperar el derecho a la paz y estabilidad». El acto fue identificado como de «Oración por la Paz y Cantata a las Madres nicaragüenses», aunque en realidad a pocas cuadras sus huestes repartían balazos contra las madres que exigían justicia por los primeros crímenes.
Durante los primeros cuatro meses de crisis sociopolítica, al menos 23 gobiernos municipales pagaron un total de 3.40 millones de córdobas para contratar el servicio transporte pasajeros. Las Alcaldías que registraron ese tipo de contrataciones en el SISCAE pertenecen a los departamentos de Carazo, Chinandega, Chontales. Estelí, Jinotega, León, Madriz, Managua, Matagalpa, Nueva Segovia y Rivas.

Las otras dos contra marchas partidarias a las que convocó el gobierno de Daniel Ortega fue la del 13 de julio, llamada repliegue por la paz; mientras la oposición se reunió para participar de la «Marcha Juntos Somos un Volcán». Seguidamente, el 21 de ese mismo mes, los militantes sandinistas se concentraron en la actividad en la que supuestamente pedirían «justicia para las víctimas de terrorismo», en la Avenida Bolívar, mientras los autoconvocados se concentraron en la Rotonda Jean Paul Genie, para iniciar con la «Marcha Masaya Florecerá».
De los 3.40 millones de córdobas que se gastaron en los cuatro primeros meses de la crisis sociopolítica para ese rubro, la Alcaldía de El Viejo, en Chinandega gastó 1.94 millones de córdobas para contratar el servicio de transporte pasajero entre otros con el fin de celebrar el Día de la Alegría.
Alcaldía de El Viejo gastó 1.94 millones de córdobas en la celebración del Día de la Alegría
Exactamente cada 17 de julio, los sandinistas en Nicaragua celebran el Día de la Alegría, debido a que en esa fecha pero de 1979 Anastasio Somoza Debayle huyó del país.
La actividad sandinista conocida como «Día de la Alegría» se celebró en todo el país, pero la que acaparó más la atención ocurrió en Managua. Los militantes del FSLN se citaron en la Avenida Bolívar. La revisión y el análisis realizado por Artículo 66 y Expediente Público arrojó que los 1.94 millones de córdobas fueron subdivididos en cinco contratos a diferentes oferentes, y registrados como «Adquisición de Camisetas y Combustible, Servicio de audio y sonido, alimentación, transporte de pasajeros para utilizarse en la celebración del día de la Alegría 17 de julio 2018».

Para la historiadora y exguerrillera sandinista, Dora María Téllez, la celebración que ahora realiza la administración Ortega Murillo, en el contexto de la conmemoración de la revolución sandinista no tiene que ver con la lucha que en 1979 realizaron para derrocar al régimen de Anastasio Somoza. «Ahora las actividades que realiza esta dictadura es un culto a la personalidad de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ahora no hablamos de sandinismo, sino orteguismo (…) es una cosa que no tiene que ver con nada», aseveró.
También, la excombatiente destacó que desde que retornó Daniel Ortega al poder en las municipalidades se arreció la desviación de recursos económicos para fines ajenos a los establecidos, lo que calificó como «corrupción y robo». «Se utiliza exclusivamente para dar soporte y pagar actividades partidarias, de gente afín al régimen. Para eso se utiliza el servicio de buses, que no tiene ningún correlato con el papel que debe jugar una alcaldía. Eso es movilización política, no hay vuelta de hoja, son movilizaciones del régimen», sostuvo Téllez.

Por su parte, la representante territorial de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) Ivannia Álvarez señaló que está práctica no está fuera de la realidad. «Nosotros pudimos constatar y resguardar información que durante la insurrección cívica en abril 2018, después del plan limpieza habían buses contratados para movilizar a simpatizantes y paramilitares orteguistas quienes participaban en las diferentes actividades de proselitismo pero que también llegaban y se acercaban a los lugares a cuidar los tranques, empalmes, rotondas, entradas a los pueblos, notamos la presencia de los buses».
Álvarez cuestionó que dichos servicios no sean utilizados para promover campañas médicas o ambientales abiertas al público, debido a que su fin es «meramente para proselitismo político, sin duda, (sustraídas de) las alcaldías que están sirviendo de caja chica para financiar las actividades políticas».

El análisis arrojó que durante los últimos cinco meses de 2018, el número de los gobiernos municipales aumentó a 37 es decir, 14 alcaldías se sumaron y registraron contrataciones del servicio de transporte pasajero por los que pagaron 4.14 millones de córdobas. La suma de los dos monto indican que las 37 comunas gastaron 9.74 millones de córdobas en nueve meses de 2018.
2019: El FSLN convocó a 154 actividades
La administración Ortega Murillo, en 2019, continúo con su estrategia de mantener en las calles a sus militantes. En ese año convocó a 154 actividades partidarias, de esas 61 se realizaron en Managua. Cada mes se realizaban de dos a seis actividades para «clamar» por la paz para el gobierno sandinista.
Las concentraciones partidarias del FSLN, se desarrollaron en un contexto donde el gobierno sandinista «prohibió» cualquier actividad convocada por la oposición nicaragüenses, pese a que el artículo 54 de la Constitución Política de Nicaragua establece que «se reconoce el derecho de concentración, manifestación y movilización pública de conformidad con la ley».

En ese año, la Alcaldía de Managua pagó un contrato de 4.70 millones de córdobas por el servicio de transporte pasajeros, al transportista y presidente de la Unión Regional de Cooperativas del Transporte Colectivo (Urecootraco), Luis Danilo Sánchez, a quien le solicitaron 1,697 unidades con disponibilidad de 24 horas, los siete días de la semana.
En las calles de la capital se observaron las filas de buses normalmente usados para el transporte de pasajeros, utilizados para acarrear a los simpatizantes del gobierno. Una nota publicada por La Prensa en julio de 2019, muestra cómo los capitalinos, ante la falta de buses colectivos tuvieron que viajar a sus centros de trabajos y casas en camionetas, camión o en taxis.
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El departamento de León en ese año registró al menos 13 actividades sandinistas, nueve de ellas se realizó en la cabecera departamental y otras en los municipios de Achuapa, El Sauce, Nagarote y La Paz Centro, dichas convocatorias fueron registradas en los medios oficialistas como: «Pueblo de León marcha por la paz» y «León: Familia sandinista pide justicia para actos de terrorismo».

Los Gobiernos Municipales de El Sauce y Achuapa, de ese departamento, pagaron en 2019 por el servicio de transporte de pasajeros 775,900 córdobas y 509,000 córdobas, que sumados dan un gasto total de 1.28 millones de córdobas.
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En Carazo, se realizaron 23 actividades partidarias, las cuales las repartieron entre los municipios de Jinotepe y Diriamba. Dichas concentraciones tuvieron las mismas directrices ordenadas por el FSLN: respaldar a la administración Ortega Murillo y vender una fachada de normalidad.

Esta zona sufrió en 2018 ataques brutales como parte de la llamada «Operación Limpieza», ejecutada por civiles armados del FSLN que dejó el saldo de 38 caraceños asesinados, según un recuento del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). Durante 2019, las alcaldías de La Conquista, El Rosario y Jinotepe sumaron un total de 406,306 córdobas con los que pagaron el servicio de transporte para esas movilizaciones.
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En el departamento de Masaya, en ese año se realizaron 13 actividades del FSLN, la mayoría fueron registradas como «caminatas por la paz y justicia». En las actividades, los militantes cargaron principalmente la bandera roja y negra, en respaldo a la administración Ortega Murillo. La última actividad de ese año la realizaron el 14 de diciembre con el lema «porque con la paz no se juega», a la que asistieron diferentes localidades de ese departamento.
Dos gobiernos municipales de Masaya registraron contrataciones para el servicio de transporte de pasajeros en ese año. La alcaldía de Niquinohomo pagó 349,900 córdobas y la de San Juan de Oriente gastó 3,500 córdobas.
Para el politólogo y director del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), Félix Maradiaga estas acciones representan el respaldo económico que el gobierno Ortega Murillo sustrae del presupuesto de las municipalidades que están lideradas por el FSLN. «Es ahí donde el régimen ha encontrado el financiamiento a las actividades partidistas que han requerido la movilización de simpatizantes», sostuvo.
También añadió que las decenas de actividades prorégimen demuestran que el FSLN está teniendo menos voluntad ciudadana. «Está claro que quieren mantener la ilusión de un respaldo amplio, pero en realidad lo que expone es que existe una clarísima desmoralización de las bases del sandinismo, que se enfocan en una menor movilización, porque visualmente hemos observado masivamente el uso de medios de transporte público y del estado, pero que sin ese tipo de utilización logística no habría tanta presencia de los militantes en muchas de esas actividades», concluyó.
Estemos claros. Por la vía ordinaria JAMAS sacarán del poder a Ortega y su pandilla de delincuentes. Esa gente solo entienden por la violencia y el poder de las armas. Una vez más este pobre pueblo deberá armarse y agarrar a balazos a estos criminales cuyo único propósito es saquear esta pobre nación que parece que se ha resignado a morir de hambre.
Se esta preparando para la realización del Repliegue Táctico hacia la Ciudad de
Masaya. ¡Daniel 2021!.