Hace exactamente dos años, las protestas antigubernamentales en contra de la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua, acapararon la atención nacional e internacional. Los periodistas estaban en la primera fila para informar sobre la represión estatal que padecían los nicaragüenses. El régimen criminalizó la labor periodística y desató una ola de agresiones físicas, robos, persecución, amenazas y hostigamientos de las fuerzas policiales, paramilitares y simpatizantes orteguistas en contra de los comunicadores.
El 18 de abril de 2018, en el sector de Camino Oriente, en Managua, cientos de adultos de la tercera edad y jóvenes fueron vapuleados por las turbas sandinistas con la intención de esparcir la manifestación en contra de las reformas al Seguro Social.
Ese día, alrededor de nueve hombres y mujeres de prensa, entre ellos periodistas, camarógrafos, fotógrafos de medios independientes como La Prensa, Confidencial, 100 % Noticias y agencias de noticias internacionales fueron agredidos físicamente, a otros los asaltaron, los amenazaron de muerte. En esa ocasión un equipo de 100% noticias fue despojado de la cámara profesional por parte de delincuentes de la «Juventud Sandinista».
Dos días después, a 365 kilómetros de Managua, en Bluefields se registró el primer periodista asesinado a manos de la dictadura orteguista.
Dos años de impunidad por el asesinato de Ángel Gahona
El 21 de abril se cumplen dos años del asesinato del periodista Ángel Gahona a quien la dictadura orteguista mató de un disparo en la cabeza, la noche del 21 de abril de 2018, en Bluefields mientras realizaba una transmisión en Facebook Live sobre la represión policial y la protesta social en el Caribe Sur de Nicaragua. Su muerte quedó registrada en su última transmisión y en los lentes de otros camarógrafos que se encontraban en el lugar. El periodista se dirigió a documentar de cerca la destrucción en un cajero automático ubicado en las cercanías de la Alcaldía de Bluefields, se observó el paso de uniformados por el sitio, se escucha la detonación y se corta la transmisión. El cuerpo de Ángel se desplomó. Otros periodistas gritan desesperados al ver caer a su colega.
Migueliut: «Me ha tocado vivir el duelo desde el exilio»
La familia de Ángel Gahona continúa exigiendo justicia y verdad por su asesinato. A la periodista Migueliut Sandoval, esposa de Gahona, le tocó vivir su duelo en el exilio junto a su hija, una situación que no le ha sido fácil asimilar. «Lloré porque hasta cumplir dos años del asesinato de mi esposo, vengo entrando en razón, que destruyeran la familia que tanto había soñado. Lloré porque al asesinar a mi Ángel también mataron mis sueños de continuar ejerciendo mi profesión de periodista y presentadora», reza el texto que compartió hace unos días en su Facebook.
Ahora desde el exilio en Estados Unidos, Migueliut se encuentra laborando, sin embargo, en su publicación reveló que en el reglamento de la empresa exigía que «debía quitar las fotos que tenía en perfil y muro con mi esposo en Facebook y que si quería el trabajo debía de sonreír, verme bien y sobretodo hacer un mercadeo fuerte en las redes sociales», aclarando que es una necesidad para poder sobrevivir y brindarle un techo digno a su hija, y agregó que su exilio y el asesinato de su esposo «han sido dos años de muchas lecciones, de mucho coraje y sobretodo de mucha fe de que un día saldrá el sol y que se hará justicia».
Confiscación de Confidencial y 100% Noticias y la asfixia contra los periódicos
Desde abril 2018, la dictadura orteguista declaró una guerra sin tregua contra los periodistas. En septiembre de ese año, el diario La Prensa sufrió la asfixia directa por parte del régimen quién a través de la Dirección General de Aduanas (DGA) le retuvo los insumos como papel y tinta, sin embargo, el periódico logró sobrevivir, contrario con lo que pasó con El Nuevo Diario que después de un año del bloqueo aduanero se vio obligado a cerrar sus operaciones.
Carlos Fernando: «La censura del régimen fracasó»
Al régimen no le bastó intentar asfixiar a los medios de comunicación impresos y se abalanzó contra los medios televisivos. El 13 de diciembre, Daniel Ortega ordenó la confiscación de las redacciones de Confidencial y de los programas Esta Semana y Esta Noche, dirigidos por el periodista Carlos Fernando Chamorro.
A 16 meses, los estudios de Confidencial y Esta Semana continúan tomados por oficiales armados, de la Dirección de Operaciones Especiales (DOEP). Las amenazas y persecución obligaron a Carlos Fernando y a varios periodistas de estos medios de comunicación a exiliarse en Costa Rica y otros países durante 10 meses. El 25 de noviembre de 2019, Chamorro y parte de su equipo retornaron al país, dispuestos a continuar ejerciendo su labor, conscientes del riesgo que representa la dictadura para sus vidas.
«La rebelión de abril ha representado una escalada de agresiones contra la prensa, porque la prensa ha sido un vehículo de información, de hechos que la dictadura ha intentado callar desde el primer día, sin embargo, la censura fracasó (…) fue derrotada utilizando de manera intensiva las redes sociales», afirmó con aplomo Chamorro.
El director de Confidencial también destacó que a pesar de la represión gubernamental, el periodismo independiente se ha fortalecido, debido a que «se ha desarrollado una práctica de periodismo colaborativo, de solidaridad entre periodistas desde el reportero hasta los directores de medios, para resistir». En estos dos años de resistencia, Chamorro continúa firme en su compromiso de demandar a la dictadura orteguista el «cese de las agresiones contra la prensa, que se suspenda la censura de facto y que se suspenda la confiscación física de nuestros medios».
Miguel Mora: «Nuestra posición ha sido no aceptar, ni someternos a la censura»
Seis días después, el 21 de diciembre, la tiranía arremetió directamente contra el equipo periodístico del canal 100% Noticias. El régimen mandó a asaltar las oficinas del canal y apresó a su director, Miguel Mora y a la jefa de prensa Lucía Pineda. Ambos periodistas fueron acusados ante la justicia controlada por la misma dictadura por «incitar el odio y la violencia en perjuicio de la sociedad nicaragüense y el Estado». Estuvieron encarcelados ilegalmente durante seis meses, hasta que los liberaron en junio de 2019, bajo la cuestionada Ley de Amnistía.
El allanamiento ocurrió pasadas las nueve de la noche, mientras se retransmitía el programa IV Poder. Toda Nicaragua escuchó lo último que logró decir en una transmisión en vivo la periodista Lucía Pineda Ubau : «¡Urgente, urgente! (Hay) presencia de antimotines en las instalaciones de 100% Noticias».
A 16 meses de la confiscación de 100% Noticias, su director Miguel Mora lamentó que en Nicaragua no exista la libertad de prensa. «En Nicaragua existe la censura férrea, represión, agresión, intimidación, no acceso a la información pública y una guerra de parte de la dictadura a todo lo que sea periodismo independiente no propagandístico», señaló.
Al ser excarcelado decidió relanzar su medio de comunicación a través del Internet, como una estrategia para continuar informando. «Nosotros nos hemos refugiados en las plataformas digitales, de ahí continuamos informando a la espera de que se presten las condiciones y que se restaure la libertad de prensa y la democracia en Nicaragua. Nuestra posición ha sido no aceptar, ni someternos a la censura y seguir informando a cualquier costo, siempre informando al pueblo de Nicaragua», explicó. Para el director de 100% Noticias, el periodismo independiente nicaragüense «ha estado a la altura de las circunstancias y ha escrito una de las mejores páginas del periodismo nacional».
La vida de los periodistas en el exilio
Leticia Gaitán: «He tenido que navegar en aguas turbulentas para poder sobrevivir»
La periodista de 100% Noticias Leticia Gaitán cubrió con coraje las manifestaciones cívicas en Nicaragua. Fue víctima de amenazas, persecución, asalto e intimidación con armas de fuego por parte de paramilitares. Gaitán, igual que más de 80 periodistas nicaragüenses, tuvo que exiliarse en Costa Rica para resguardar su vida, después de la confiscación de la televisora donde laboraba.
A dos años de la rebelión cívica, Leticia Gaitán, junto a su esposo y su hijo Benjamín, de tres años, batallan por susbistir en San José. «Estoy como solicitante de refugio, todo es difícil, nada es fácil como parece. Cuando yo vine a Costa Rica vine a como dicen a la “deriva“, porque el canal estaba cerrado, mis jefes estaban presos, vine con una mochila y con 80 dólares en mi bolsillo», relató la periodista, quien además es fundadora de la plataforma digital Nicaragua Actual, que creó junto a otros colegas exiliados.
Estar en el exilio para muchos periodista ha sido un reto. Después de la excarcelación de Mora, director de 100% Noticias, el medio de comunicación inició a trabajar desde las redes sociales. «Realmente hacer lo que hago, es una gran tarea, un gran reto, porque tenés que hacer todo vos mismo (…) nos ajustamos a las limitaciones que tenemos humanas y técnicas porque estamos en el exilio. Tuve que navegar en aguas turbulentas para sobrevivir», sostuvo.
Para Leticia la situación de la libertad de prensa en el país, sigue siendo la misma y peor aún. «Si no hubieran allanado el canal, continuaríamos informando desde Nicaragua bajo esa presión. Lo que se vivió el 18 de abril en Camino de Oriente fue una antesala de lo que íbamos a enfrentar los periodistas, en los próximos meses, porque nosotros siempre fuimos el blanco. El ataque se ha mantenido y escalado violentamente», explicó.
Héctor Rosales: «A pesar de las limitaciones, la dictadura no logró callarme»
Héctor Rosales, de 35 años, originario de Masatepe, es otro de los periodistas que se vio obligado a dejar el país en medio de la crisis sociopolítica en Nicaragua. En abril 2018, era reportero y presentador del Noticiero de Vos Tv, de Canal 14, a dos años de la rebelión cívica recordó que «mi principal cobertura fue en el departamento de Masaya. Desde los tranques en carretera Masaya narré lo que ocurría ahí. También estuve cuando llegaron los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) a Masaya, y también en Carazo, cuando los obispos fueron agredidos en la Basílica de Diriamba. Ser una de las caras de Vos Tv contribuyó directamente que fuera fichado por la dictadura», sostuvo.
Este abril, Héctor cumple 16 meses de estar exiliado en Costa Rica, donde ha tenido que vivir múltiples limitaciones como todos los exiliados. «Durante este tiempo no me he quedado callado, mi voz ha continuado exigiendo justicia, libertad de expresión para que los periodistas podamos continuar informando sin censura (…) he vivido la vida de un exiliado, me he encontrado con muchas obstáculos, especialmente económicos, aquí la vida es cara, uno se la juega para poder subsistir», aseguró.
Aún en el exilio, el periodista Rosales tiene presente su compromiso de continuar informando a los nicaragüenses y al mundo lo que acontece en Nicaragua. «A pesar de tantas limitaciones económicas, siempre estamos con ese ánimo de continuar informando, porque nuestras voces están más fuertes que nunca. Cuando crucé esa frontera de Nicaragua a Costa Rica, en el sector de Peñas Blancas, porque veníamos huyendo de la persecución, veníamos con una gran mochila en la que traíamos credibilidad», remarcó.
A dos años del estallido social y político en Nicaragua, Rosales continúa anhelando regresar a su tierra. «Cada quién está luchando desde su propia trinchera, la guardia no se ha bajado, continúa esa llama de esperanza, como periodista por regresar a nuestra tierra para seguir ejerciendo nuestra profesión con las libertades públicas (…) En Nicaragua se ha arreciado el hostigamiento y persecución contra los medios de comunicación porque estamos en el ojo del huracán, la dictadura tiene temor porque somos esa piedra que le chima en el zapato a Daniel Ortega y Rosario Murillo», expresó.
Gerald Chávez: «La rebelión de abril nos ha puesto a prueba»
El 30 de diciembre de 2018, Gerald Chávez dejó su país para exiliarse en el territorio costarricense. Durante la rebelión cívica trabajaba como periodista de Vos Tv y dio cobertura a los sucesos más violentos de la represión de Ortega.
«Yo vine a Costa Rica la noche del 30 de diciembre, vine a este país, sin ningún rumbo, sin ningún horizonte, no conocía a nadie aquí, no traía mucho dinero (…) esa noche me tocó dormir en un colchón de una casa, donde un matrimonio alojó a más de 10 personas que también se exiliaron. En ocasiones me tocó hacer grandes filas para recibir ayuda como exiliado», recordó.
Las dificultades que enfrenta el periodista de 29 años no están alejadas de la situación que sufren más de 103,600 nicaragüenses que tuvieron que huir de Nicaragua. «Venir a Costa Rica, ha sido una de las experiencias más grandes y difíciles pero le hemos sabido sacar el provecho a las circunstancias, vimos la oportunidad de seguir haciendo periodismo pese a las dificultad que nosotros estábamos atravesando, esto lo hicimos por amor a Nicaragua», señaló.
Hoy ejerce el periodismo desde el exilio a través de la plataforma digital Nicaragua Actual. Sin embargo, asegura que la rebelión de abril, «nos ha puesto a prueba de qué estamos hechos los periodistas en Nicaragua, de cómo ver la adversidad como una oportunidad para continuar informando», expresó el periodista caraceño, quien anhela regresar a su patria para continuar ejerciendo su profesión sin ninguna censura.
Otro periodista que tuvo que salir de Nicaragua es el excorresponsal del canal 8 en Jinotega, el periodista Paco Espinoza. A propósito del segundo aniversario de la rebelión, Espinoza escribió en su perfil de Facebook que «hace dos años atrás decidí renunciar al canal oficialista que me ayudó mucho en su tiempo. Sin duda fue una de las mejores cosas que pude hacer. Ahora estoy aquí firme con la frente y moral en alto desde el exilio, después de ser el primer comunicador con orden de captura en el país en el 2018 por informar con la verdad. Dios bendiga a nuestra Nicaragua que será libre y valdrá la pena tanto esfuerzo».
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