Monseñor Rolando José Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, pidió al pueblo de Nicaragua actuar, solidarizarse y a no perder las esperanzas; en el caso de la oposición dijo que no pueden seguirse atacando a lo interno para que prioricen y logren el objetivo común que es la democratización del país para lograr las libertades del pueblo.
“Siempre hay que buscar puntos de consensos, dejar aparte las diferencias, no hay que descalificarse. Siempre hay que buscar el bien mayor que es Nicaragua, debemos de tener una visión de país”, expresó Álvarez en una entrevista después de la homilía de este domingo, 23 de febrero, a medios de comunicación.
El religioso mencionó que durante una visita a una de las comunidades de su iglesia, el campesinado se mostró desanimado porque hay presencia de muchos grupos cívicos que no avanzan en el proceso de democratización porque han priorizado otros intereses.
«Por respeto a los campesinos obvio el destino (…) “¿Y qué está pasando en las ciudades?, hay un montón de organismos ahí que no están haciendo nada”. Me sorprendieron. Es un llamado para todos nosotros porque el campesinado percibe que no se está trabajando con responsabilidad».
Álvarez se solidarizó con todos los ciudadanos que sufren asedio y los que se han tenido que exiliar para proteger sus vidas. Así como las familias de las víctimas asesinadas por la dictadura, entre ellos más de 50 campesinos.
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El obispo Álvarez resaltó que la Iglesia Católica seguirá apoyando a los ciudadanos que sufren porque es parte del evangelio. Mientras era entrevistado la Catédral de Matagalpa se encontraba rodeada por oficiales de la Policía orteguista, a como se ha hecho desde que inició la crisis de abril de 2018 contra los opositores y las iglesias.
Es un proceso dificultoso
A raíz de las observaciones que ha realizado el representante de la Iglesia Católica en Matagalpa respecto a los intereses personales y la poca acción de los movimientos sociales, el líder universitario y miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, Jasson Salazar aseguró que han tenido un proceso dificultoso, pero que siguen trabajando por la unidad, pese a los intereses personales de varios activistas.
«Evidentemente hemos estado en un proceso dificultoso para que se logre la unidad, aveces se han puesto los intereses individuales y organizaciones, es una realidad; pero es parte del proceso que estamos llevando de unidad, donde los diferentes sectores sociales especialmente los jóvenes y el campesinado seguimos insistiendo que lo que nos debe de unir a todos es salir de la dictadura y la construcción de un proyecto integral del país donde todos los sectores nos veamos involucrados en los cambios políticos del sistema que los nicaragüense demandamos, que cuando digamos se acabo lo viejo, sea en la práctica más allá que en el discurso».
El universitario aseguró que la ayuda de la Iglesia Católica ha sido importante en la lucha del pueblo porque ha apoyado a los oprimidos por el Estado, además de que tiene la calidad moral y la credibilidad para recomendar, aconsejar u orientar.
Desde que inició la crisis de abril y el régimen emprendió una matanza que acabó con más de 325 nicaragüenses, miles de encarcelados, unos 80 mil exiliados y la pérdida de unos 200 mil empleos; la mayoría de los jerarcas católicos se han posicionado en respaldo de los ciudadanos.
La dictadura ha atacado frontalmente a la Iglesia, a quienes ha llamado “golpistas” y “asesinos” y el 23 de abril de 2019, el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, uno de los más críticos por la represión, tuvo que salir del país por una decisión del Vaticano, pero que se supone obedeció a gestiones directas del régimen Ortega-Murillo con el Nuncio Waldemar Stanislaw Sommertag para echar a andar un diálogo, que al final fracasó.