La labor de Daniel Ortega y Rosario Murillo recibió malas calificaciones por parte de la ciudadanía encuestada por la firma costarricense Cid Gallup. Según el estudio, el gobierno fue evaluado como muy malo por un 15 % y como malo por el 27 % de los consultados, lo que indica que en total, la dictadura cuanta con una opinión negativa del 42%.
En posición contraria, el orteguismo recibió una calificación como muy buena solo del 14% y buena del 13%, para un balance total del 27%.
Cid Gallup presentó los índices de popularidad de los que gozó el gobierno de Ortega en los últimos 13 años. La firma mostró que en 2007, el 54% de los encuestados opinaba favorablemente de la administración rojinegra. Entre 2017 y enero de 2018, Ortega subió su popularidad a niveles de rockstar: 62% de opinión positiva; pero a partir de mayo de 2018 empezó a caer mal, a penas contó con un 19% de popularidad, los peores de su historia, y aunque ahora ha recuperado ocho puntos, todavía sigue en rojo, tomando en consideración que nadie más se perfila como candidato potable para que el FSLN conserve la silla presidencial.
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La razón de esa debacle fue una oleada de protestas en las calles, encabezadas por jóvenes y universitarios, y a las que luego se sumaron pobladores de todo el país, los que fueron inmediatamente reprimidos con violencia hasta terminar con una cifra de más de 328 asesinados, miles de prisioneros políticos, más de 80 mil exiliados y alrededor de 300 mil empleos perdidos.
Rosario Murillo peor que Ortega
La primera dama y vicepresidenta, Rosario Murillo resultó ser la peor evaluada. El 50% de los ciudadanos consultados la calificó como mala y muy mala; mientras el 27% la calificó como buena o muy buena.
En enero 2018, Murillo tuvo sus luna de miel con los nicaragüenses. Según Cid Gallup, para ese entonces la portavoz gubernamental acariciaba un 77% de opinión positiva y sólo el 16% la consideraba mala. Sin embargo, a partir de mayo de 2018 los números se invirtieron, a penas el 17% la consideraba buena o muy buena y 63% la evaluaba como mala o muy mala. Para enero 2020 la poderosa primera dama ha logrado bajar hasta el 50% en opinión negativa, pero no levanta cabeza en las opiniones positivas, quedándose estancada en el 27%.
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“Las críticas negativas hacia ella son mayores que las que recibe su esposo Daniel, y a diferencia del presidente, no muestran tendencias a mejorar en comparación con setiembre pasado. Los ciudadanos tienen la “idea” que es la vicepresidenta quien en realidad gobierna el país”, destacó Cid Gallup en la sección que refiere a la esposa de Ortega.