El 11 de enero se cumplieron 40 días del asesinato de José Isaías Ugarte López, de 53 años, originario de Masaya, conocido como “Chabelo”, quien fue ultimado a tiros por agentes de la Policía al servicio de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes lo emboscaron por el camino viejo a Niquinohomo cuando este viajaba en un vehículo.
Los familiares de Ugarte y sus vecinos realizaron un rosario en su memoria. El altar fue adornado con globos azul y blanco, además fue velada la cruz, que será puesta a los pies de su sepulcro.
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Ángela Oporta, hoy viuda de José Ugarte, dijo a Artículo 66 que pese al asedio que viven tras el asesinato de su esposo seguirán demandando justicia y la libertad de Nicaragua, ya que según ella, el gobierno de Daniel Ortega no puede estar más en el poder, porque es responsable de delitos de lesa humanidad.
“El temor siempre existe, porque el asedio continúa. No me explico porqué la Policía sigue asediando si ya asesinaron a mi esposo, quien les quitaba el sueño y que no descansaron hasta asesinarlo, ya terminaron con la vida de un hombre trabajador y entregado a su familia. Lo único que nos queda es seguir demandando justicia y libertad”.
Piquete exprés
Por su parte, el hijo de “Chabelo” (un menor de edad) salió a la calle en compañía de uno de sus vecinos y en forma de protesta lanzaron papelillos azul y blanco. “Esto lo hago en forma de protesta, porque siento enojo y tristeza cuando recuerdo a mi padre, que fue asesinado por la Policía. Yo seguiré exigiendo justicia, porque su muerte no puede quedar impune”.
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La justicia orteguista afirma que José Isaías Ugarte López era un delincuente peligroso, que se dedicaba cometer robos con intimidación y que además era cabecilla de una peligrosa banda delincuencial, conocida como “Chabelo”, justificando así su asesinato, que fue cometido después de perseguirlo por casi 24 horas y que cobró la vida de dos oficiales de la Policía y dos acompañantes de Chabelo.
Hasta la fecha no se ha hecho justicia por el asesinato de José Ugarte, más bien la dictadura de Daniel Ortega ha premiado a oficiales que fueron partícipes de la emboscada, que terminó con la vida de un ciudadano que según sus familiares y amigos, era un autoconvocado más que se negó a reprimir al pueblo, lo cual le costó persecución y muerte. Además, el régimen tiene detenido a un ciudadano de nombre Norlan Cárdenas, a quien acusa de delincuente y miembro de la supuesta banda delincuencial.
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para empezar la señora esta que quiere agarrar notoriedad ya no era la compañera de vida del delincuente muerto, lo otro es que me parece impresionante como se hace apología a la delincuencia que tiene armas de guerra y los quieren disfrazar de protestantes pacíficos cuando ellos asesinaron a dos policías e hirieron a varios teniendo la capacidad de realizar combates con armas de alto calibre con las fuerzas del orden. lindo héroe ese delincuente, dejen de engañarse que a nadie mas pueden engañar.