La adolescente de iniciales J.F., de 17 años, originaria de Ciudad Sandino, relató el calvario que le tocó vivir al momento de ser secuestrada por la Policía de Matagalpa, el 21 de noviembre a las 10 de la mañana cuando visitaba esa ciudad junto a cuatro amigos. La joven denunció que tras apresarla fue trasladada a la estación departamental y posteriormente remitida a la nuevas instalaciones de la Dirección de Auxilio Judicial, en Managua.
Señaló que durante estuvo encerrada, la Policía la sometió a constantes interrogatorios y amenazas con el objetivo de intimidarla. «Me metieron a un baño para que me desnudara, me hicieron hacer sentadillas desnuda, me quitaron mi bandera (de Nicaragua)», denunció la adolescente ante las oficinas de los abogados Defensores del Pueblo.
Aunque la joven fue puesta en libertad dos noches después de su secuestro, la Policía orteguista la obligó a firmar una hoja de detención. «Me pidieron mis datos, que dónde vivía (…), me metieron a una oficina para revisar lo que andábamos, había guardado mi teléfono en mi mochila, pero como una de las muchachas me dijo que le habían quitado el teléfono, estando adentro yo lo tiré al suelo y lo machuqué, preferí mejor destruir mi celular para evitar que me lo revisaran».
Mensaje de «Los Aguadores»
La afectada asegura que en El Chipote logró ver a los jóvenes conocidos como “Los Aguadores”, quienes fueron detenidos por llevar agua a los familiares de presos políticos que realizaban una huelga de hambre en la iglesia San Miguel Arcángel, de Masaya.
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«Tuve la oportunidad de estar con ellas en las celdas, siempre firmes y tuve la oportunidad de cantar el Himno de Nicaragua con ellas una noche antes que me sacaran. Ellas me dijeron que les diera un mensaje, que sigamos en las calles, que seamos fuertes y no tengamos miedo, que ellas no son monedas de cambio».
Policía viola el Código de la Niñez y la Adolescencia
De acuerdo al abogado Julio Montenegro, la Policía del régimen viola el Código de la Niñez y la Adolescencia, que establece que los menores de edad tienen un plazo máximo de 24 horas para ser puestos a la orden de un juez, sin embargo, sino existe una acusación formal «nunca debieron ser detenidos (…) no es posible estar investigando primero y acusando después», refutó el penalista.
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