En su acostumbrada alocución de mediodía, la primera dama y vicepresidenta Rosario Murillo arremetió en contra de los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), a quienes acusó de “manipular la palabra de Dios”, justificando el ataque a sacerdotes y la profanación a la Catedral de Managua, de este lunes, 18 de noviembre por parte de las turbas orteguistas azuzadas por los ancianos Rafael y Tomás Valdez Rodríguez.
“Con la paz no se juega”, “con la paz no se juega”, fue la consigna que más repitió la primera dama. En su discurso se proclamó cristiana, por lo que exigió respeto. “Ese respeto de quienes cumplen funciones pastorales, dignos de seres humanos que no estamos divididos en categorías porque no estamos viviendo en Nicaragua, tiempo de capitalismo salvaje, atroz sino que vivimos tiempos de solidaridad”.
En su larga intervención, continúo acusando a los obispos, a quienes les aseguró que “no hay malos que dominen, no hay quienes se subordinen a la maldad, a designios que no son pastorales, que más bien parecen salidos de infiernos, que no aceptamos”. Por otro lado, se declaró seguidora del Papa Francisco ya que, según ella, “el Santo Padre ha denunciado la sociedad excluyente y de descarte”, ese seguimiento y respeto que no duró mucho porque desató su irá contra los obispos a quienes advirtió que “no sigan con discursos y acciones maléficas, egoístas, vacíos, llenos de odio”.
Asimismo, arremetió contra sus adversarios, a quienes tildó de ser “lobos repugnantes” y de “destilar odio” , e hizo el llamado para que la Iglesia abandone “el intento de sembrar el odio. Urgimos a esos sectores que cumplan con su rol pastoral, los sectores religiosos, les urgimos a abandonar caminos que siembran odio, separación y división, esos sectores religiosos tienen la oportunidad histórica de reivindicar su función pastoral”.
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Antes del discurso de la primera dama, los Obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) condenaron la profanación que turbas fanáticas del régimen dictatorial realizaron la tarde y noche del lunes, 18 de noviembre, en la Catedral Metropolitana de Managua, donde, según denunció la Arquidiócesis en un comunicado, realizaron destrozos importantes en candados y puertas y resultaron agredidos el vicario Rodolfo López y sor Arelys Guzmán.
El comunicado se dio tras varios días de escalada contra la libertad religiosa y de culto que vive Nicaragua luego del establecimiento de una huelga de hambre en la iglesia San Miguel de Masaya por parte de madres de algunos presos políticos, un acto de protesta pacífica y cívica que ha estado asediado por policías y paramilitares controlados por la misma dictadura.
Esta señora está ofuscada porque ya no podrán construir su dinastía macabra y malévola que venían teniendo, ya no podrán seguir engañando al pueblo ni a la comunidad internacional. Quienes los apoyan a lo interno y a nivel internacional sin iguales de asesinos y criminales que ellos. Con cuál paz no debemos jugar? Con la paz de los esclavos y de los cementerios que es la que nos han venido ofreciendo? La paz de los cobardes y de los arrastrados? Habla de la sociedad del descarte y en complicidad con el COSEP es lo que venían haciendo hasta abril del año pasado. Cuanta hipocresía y cinismo el de estos asesinos y criminales de lesa humanidad.