La imposición del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo de impedir que los representantes de cinco países del continente que fueron delegados por el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) entraran a Nicaragua bajo una prohibición girada a las aerolíneas de transportar a los siete embajadores es vista como una más de las “torpezas” de la dictadura.
Eso es lo que señalan políticos nicaragüenses, quienes afirman que esa decisión traerá graves repercusiones a la tiranía. José Pallais, miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), señala que esto demuestra que los Ortega-Murillo “están actuando como un gobierno renegado, que rechaza cooperar con la comunidad internacional y pone un alto a las gestiones diplomáticas que se había acordado en la Asamblea General de la OEA”.

Pallais también sostiene que con esa intransigencia solo se logrará que se agilice el proceso de implementación de la Carta Democrática y “eleva en su totalidad los niveles de confrontación con la comunidad internacional. Eleva las presiones, las sanciones, porque el régimen no tiene voluntad de encontrar una salida negociada”, al referirse a la crisis que atraviesa el país desde abril de 2018, que ha dejado un saldo de al menos 328 asesinados y más de 4,000 heridas, de acuerdo con los reportes de organismos nacionales e internacionales de derechos humanos.
Noticia relacionada: Dictadura de Ortega prohíbe a las aerolíneas permitir abordar a Comisión de Alto Nivel de la OEA
Se tenía previsto que la Comisión de Alto Nivel de la OEA llegara a Nicaragua este lunes, 16 de septiembre, y se esperaba que se reuniera con representantes de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), de la ACJD, y con familiares de víctimas de la represión de la dictadura orteguista.

“Es una de las medidas más torpes”
Por su parte, Violeta Granera, delegada de la UNAB, recalca que “esto es una medida diplomática de (Daniel) Ortega de las más torpes que ha cometido porque él no tenía ningún derecho de impedir la entrada (a los delegados de la OEA). A lo sumo no podía recibirlos. Demuestra un gran miedo que no está sabiendo cómo manejar la determinación que ha mostrado el pueblo de Nicaragua que dijo: ¡Basta ya! Cada paso que da lo hunde más. El tiempo se le está agotando a Ortega”.
Granera remarca que ahora el siguiente de la OEA paso será llamar a una asamblea extraordinaria para acelerar la aplicación de la carta democrática, con lo cual se expulsaría a Nicaragua de esa organización y con ello, se acelerarían las sanciones por parte de la comunidad internacional. La Comisión de la OEA tenía como misión “iniciar gestiones diplomáticas tendientes a procurar una solución pacífica y efectiva a la crisis política”.