La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), exhortó a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo a “poner fin” a los actos represivos contra los periodistas y medios de comunicación independientes, que desde el inicio de la crisis en abril de 2018 han sufrido agresiones, detenciones ilegales y confiscaciones de sus medios de comunicación.
La CIDH se mostró alarmada por el impacto de esta situación en la libertad de expresión y el cierre del espacio cívico en un momento crítico para la sociedad nicaragüense. “Hay indicios de una represión sistemática y continua de los medios de comunicación, con periodistas silenciados, agredidos y amenazados de muerte”, señaló la CIDH.
El organismo internacional hizo mención particularmente de Radio Darío en León, que fue desmantelada por agentes policiales y grupos paramilitares en diciembre de 2018. La CIDH afirma que desde entonces los trabajadores de ese medio de comunicación no dejan de recibir “acoso, amenazas, detenciones arbitrarias y actos de violencia”. Radio Darío ha sido uno de los medios de comunicación más críticos del gobierno en León.

La entidad señaló que existe una preocupación por las represalias ejecutadas no solo para los colaboradores de Radio Darío, sino por la situación que viven a diario los periodistas independientes y defensores de derechos humanos.
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“Los ataques en contra de los periodistas vulneran el derecho de las personas y de la sociedad en general a buscar y recibir información. En un contexto inestable, como el de Nicaragua, el trabajo de los medios de comunicación es de suma importancia para reforzar el espacio cívico”, señaló.
100% Noticias permanece confiscado
Las instalaciones del canal 100% noticias permanecen tomadas por la guardia orteguista, desde el 21 de diciembre de 2018. A pesar que el régimen liberó bajo la Ley de Amnistía, a Miguel Mora y Lucía Pineda, director y jefa de prensa respectivamente, se ha negado a devolver los bienes robados.
Este medio de comunicación generaba empleo a más de 50 colaboradores, entre ellos periodistas, camarografos, presentadores, encargados de venta y producción, conductores y encargados de limpieza. Algunos de ellos se vieron en la obligación de exiliarse en otro país por las amenazas recibidas en su contra, otros permanecen en Nicaragua pero sin empleo.