Entre 2016 y 2018 Incanto pagó conciertos y clases de teatro lírico impartidas por maestros cubanos e italianos. En estos tres años, el Gobierno redujo presupuestos a organizaciones de reconocido impacto social, mientras subió como espuma los desembolsos para costear el capricho del tenor presidencial
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SEGUNDA ENTREGA
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Primera entrega – Segunda entrega – Tercera entrega – Cuarta entrega
Los 8.3 millones de córdobas que recibió la Fundación Nicaragüense del Canto (Incanto) de parte de la Secretaría de la Presidencia (Sepres), entre 2016 y 2018, fueron utilizados para pagar planillas, conciertos y costosos cursos de teatro lírico impartidos por maestros cubanos, según documentos en poder de Artículo 66, entregados por una fuente de la Secretaría de la Presidencia.
Lea la Primera Parte: Laureano Ortega y el millonario negocio de la ópera
Fundación Incanto fue constituida por Laureano Ortega en septiembre de 2015. El hijo tenor de Daniel Ortega y Rosario Murillo es fundador y director ejecutivo de la organización. En los últimos tres años el también encargado de la agencia de inversiones ProNicaragua, ha dirigido y organizado su propio show musical, pagando cada montaje con dinero público. De acuerdo a los documentos y la fuente de la Sepres, cada año Laureano Ortega entregaba a la dependencia, donde manda su madre y su padre, una proyección de gastos para luego recibir los desembolsos mensuales a través de cheques fiscales, emitidos por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
Rendición de cuentas a su gusto
Según la fuente de la Sepres, Fundación Incanto no presenta ningún recibo, soporte o factura en las rendiciones de cuentas. Para los auditores, basta la palabra de Laureano y una presentación general en Power Point, en la que se desglosan algunos montos bajo conceptos generales.

En el año 2016 Incanto recibió cerca de 2 millones 800 mil córdobas. Entre los gastos más importantes que solventó con dinero del Estado se encuentran un curso de teatro lírico impartido por maestros cubanos, cuyo costo aproximado fue de 266 mil córdobas. Ese mismo año el hijo del presidente pagó otro curso valorado en 735 mil córdobas. Esta vez quienes impartieron la capacitación fueron maestros de la Fundación Festival Pucciniano, de Italia, que desde 2015 realiza presentaciones en el Teatro Nacional Rubén Darío, que son organizadas por Incanto.
El mayor gasto en el 2016 no quedó reflejado en el montaje de conciertos ni en el pago de los cursos de maestros cubanos e italianos. Al menos 1 millón y medio de córdobas fueron usados para pagar salarios, viáticos y otros costos operativos.
En el 2017 la Fundación de Laureano Ortega no escatimó en gastos. Ese año el desembolso fue de 4 millones 200 mil córdobas. Con este dinero organizó varios conciertos de alumnos, maestros y “otros artistas”, cuyo gasto total representó 954 mil córdobas.

Nuevamente el gasto en pago de salarios, viáticos y otros costos operativos totalizaron aproximadamente 2 millones 200 mil córdobas. Un gran incremento comparado a 2016.
En 2018, en los meses de enero, marzo y abril, Incanto recibió de la Sepres cerca de un millón 300 mil córdobas, de acuerdo a la documentación en poder de este medio. Según la fuente de la Secretaría, la Fundación ocupó 250 mil córdobas para pagar otro curso impartido por maestros italianos, también ejecutó 300 mil córdobas en organización y montaje de conciertos y los gatos operativos simbolizaron cerca de 1 millón de córdobas.
La documentación a la que Artículo 66 tuvo acceso prueba que en los meses de enero, febrero y marzo, Incanto recibió de la Secretaría de la Presidencia 1,348,052.78, sin embargo, la proyección de desembolsos indica que en todo ese año, Incanto recibiría cerca de 5 millones 200 mil córdobas. Mucho más que lo desembolsado en los primeros dos años de su creación.
La prioridad es Incanto
Mientras la Fundación de Laureano Ortega recibió en 2016 la suma de 2 millones 800 mil córdobas para pagar los costos de su fundación, ese mismo año, la Asociación Operación Sonrisa Nicaragua (OSN), que se encarga de brindar atención integral y cirugías reconstructivas a niños, jóvenes y adultos con fisura labial y paladar hendido, apenas percibió del Presupuesto General de la República (PGR) 500 mil córdobas, pese a su reconocida labor en el país.
No solo la OSN recibió menos dinero que Incanto ese año. De acuerdo al detalle de subvenciones a organización sin fines de lucro, centros culturales y deportivos, reflejado en el PGR del 2016, la Federación de Cuerpo de Bomberos de Nicaragua, cuyo trabajo es vital para atender catástrofes y salvar vidas en el país, apenas consiguió 1 millón de córdobas para desarrollar su labor. La escuela de música del hijo del presidente obtuvo más beneficios que la propia Universidad Bluefields Indian & Caribbean University (BICU), que apenas fue beneficiada con 200 mil córdobas.

Dayra Valle, investigadora y especialista en transparencia presupuestaria y compras públicas, cuestionó la prioridad en el PGR que tiene Fundación Incanto frente a otras organizaciones que realizan una función importante en el país, por ejemplo, fundaciones que apoyan la educación y la salud.
“Todos esos recursos deben ser fiscalizados y debemos de conocer en qué se gastan. En los últimos años hemos tenido reducciones presupuestarias. ¿Eso qué significa? Que tenemos que tomar decisiones de priorización. La pregunta aquí es ¿el rol que juega esta organización es tan importante para que sea priorizada?”, cuestionó.
El cuestionamiento de la experta es válido si se compara lo recibido por Incanto con el detalle de subvenciones del PGR de 2016, 2017 y 2018, en el que organizaciones como la Federación de Mujeres con Capacidades Diferentes (FEMUCADI) en 2016 obtuvo 300 mil córdobas, en 2017 su presupuesto disminuyó a 200 mil y al siguiente año recibió tan solo 50 mil córdobas.
El Hogar de Huérfanos Zacarías Guerra, que en 2017 recibió 400 mil córdobas, en el 2018 de un tajo, su presupuesto disminuyó a 100 mil córdobas. De la misma forma sucedió con la Federación Nicaragüense de Asociaciones de Personas con Discapacidad (FECONORI), cuyo beneficio anual pasó de 600 mil córdobas a 100 mil córdobas.
“¿Este es un proyecto que genera valor público? Es decir, ¿es un proyecto que se ajusta a las necesidades de la mayoría de ciudadanos? Yo no digo que la cultura no sea importante, pero lastimosamente cuando hay que tomar decisiones o estamos en crisis, como la actual, las decisiones de priorización deben estar bien orientadas”, consideró Valle.
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