En su boletín correspondiente al mes de mayo, el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI), denunció que las presas y presos políticos se mantienen en condiciones “deterioradas” en el Sistema Penitenciario “La Modelo” y la cárcel de mujeres “La Esperanza”. El MESENI lamentó que los prisioneros de la dictadura sufren de escasez de agua, luz y alimentos.
Noticia relacionada:MESENI denuncia que el gobierno de Ortega mantiene “vigilancia policial masiva y permanente”
“La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció el deterioro de las condiciones penitenciarias de las personas detenidas por ser identificadas como opositoras al Gobierno y/o por su participación en las protestas sociales consistentes en racionamiento de luz, agua y alimentos. Además, la CIDH expresó su preocupación por los reiterados operativos y agresiones contra este grupo en “La Modelo” y “La Esperanza””, etalló el organismo en su informe.
Por otra parte, el MESENI rechazó categóricamente la campaña de “descalificación” que han promovido las autoridades gubernamentales, en contra de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, como también la misma CIDH. “Dicha práctica ha sido observada en todas las etapas de la represión estatal, por un lado, busca desacreditar a las organizaciones de la sociedad civil y a quienes han asumido un rol fundamental para alcanzar una solución a la crisis, como en su momento la iglesia, mientras que a su vez se promueve un aparente clima de normalidad en el país”, expresó el MESENI.
Noticia relacionada:Paulo Abrão: “Nicaragua es un Estado policíaco”
El MESENI también presentó en su boletín los patrones de represión documentados por la CIDH en el mes de mayo, donde resalta que la dictadura continúa hostigando y asediando a los excarcelados políticos, como también persisten las detenciones ilegales a las personas que protestas en contra del régimen, y la persistencia del estado policial y ocupación del espacio público para evitar protestas sociales.
El organismo internacional contabiliza hasta el 30 de mayo de 2019, un total de 326 personas asesinadas, más de 700 personas sometidas a procesos penales, unos 62 mil ciudadanos nicaragüenses exiliados, entre ellos 70 periodistas independientes.