1. A comienzo del mes de junio 2019, las principales características de la economía nicaragüense son: producción en caída, empleo en descenso, subempleo y desempleo suben, inflación creciendo, contracción del crédito, fuga de capital se mantiene, importaciones se contraen, exportaciones se reducen, pobreza se incrementan, subsidios al consumo eléctrico se constriñen, congelamiento de los préstamos internacionales, cierre de 76 sucursales bancarias en todo el territorio nacional y el poder de compra de la población se ha reducido.
2. La morosidad en las micro financieras ha llegado hasta el 30 por ciento; desde un máximo desde 5 por ciento antes de la crisis de abril 2018.
3. El sector textilero de las zonas francas ha mucha inquietud por la incertidumbre actual. Aunque para finales de mayo 2019 solamente se han perdido 1,690 empleos directos en el sector; sin embargo, no hay nuevas inversiones previstas.
4. La amenaza de Trump de imponer aranceles, a partir de junio 2019, del 5 por ciento a todos los bienes importados de México, llegando a alcanzar el 25 por ciento en el mes de octubre por el flujo de migrantes que se origina en ese país y en la región centroamericana, tendría un efecto negativo en la economía, las inversiones y comercio en Centroamérica.
5. El entorno de la economía mundial puede entrar pronto en una recesión internacional, incrementado por la contradicción entre Estados Unidos y China, lo cual no es favorable para el régimen Ortega-Murillo.
6. En el mes de junio 2019, Nicaragua enfrentará los siguientes peligros internacionales que tienen repercusiones en la economía son las posibles sanciones de la Ley “Nica Act”, las puniciones económicas de la Unión Europa y las penalidades que se establezcan en la Organización de Estados Americanos (OEA).
7. Por todos los elementos anteriores, la amenaza de transitar de la recesión a la depresión económica es real y sus implicaciones sobre nuestra economía no son menores. No sólo por lo que afecta de manera directa al programa de desarrollo de la economía nacional, sino por los efectos sociales que puede provocar en la sociedad.
8. Es decir, la economía no está mejor que hace un año. Los principales riesgos para el crecimiento económico son: incertidumbre política interna, problemas de inseguridad pública, desasosiego por la situación económica interna; debilidad del mercado interno; política del gasto público, congelamiento de la cooperación internacional, raquitismo de la inversión privada nacional e internacional y ausencia de cambio sociopolítico.
9. Los efectos sociales de la profundización de la recesión económica se pueden traducir en el incremento en el malestar de la población, reducción de la base social del régimen, deterioro de la calidad e ingesta alimenticia de los sectores populares y medios de la población y el posible inicio de protestas focalizadas por decisiones económicas del régimen.
10. Las crisis sociopolíticas son la continuación de las tensiones económicas por otros medios. Y las tensiones económicas han estado minando la hegemonía del régimen Ortega-Murillo desde hace ya un año. Ironía: Ortega-Murillo ya ha sido derrotado por las mismas fuerzas económicas del capitalismo. La represión desatada por el régimen no cambiará en nada ese resultado.
11. En conclusión, podemos decir que la economía, por sus efectos directos y colaterales, se ha transformado en el talón de Aquiles del régimen Ortega-Murillo.
San José/Costa Rica, 05 de junio de 2019.
Ya hay que ir planificando un paro nacional indefinido, de todos modos más temprano que tarde la economía estará desquebrajada más de lo que está y no debemos seguir dando oxígeno a este régimen Asesino y Criminal. Si el 18 no liberan totalmente a todos los presos y presas políticos hay que llamar al paro nacional indefinido, eso servirá de incentivo para que los cancilleres de los países indecisos se decidan por condenar a este régimen Asesino y Criminal.