Durante la pasada Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), efectuada en Panamá, el Papa Francisco se reunió con una treintena de sacerdotes jesuitas de América Central dónde defendió la implicación de los religiosos en la política, sin llegar a militar en ninguna corriente política concreta.
El texto del encuentro, que fue revelado hoy por el sacerdote jesuita Antonio Spadaro (cercano colaborador del Papa Francisco y director de la revista Civiltá Cattolica), expresa que el Pontífice dijo que “el Evangelio es una expresión política, porque tiende a la polis, a la sociedad, a cada persona y a la sociedad, a cada persona en cuanto pertenece a la sociedad”.
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“El compromiso político para un religioso no significa militar en un partido político. Claro que hay que expresarse con el propio voto, pero la tarea es estar sobre las partes. No en el sentido de quien se lava las manos, sino como uno que acompaña las partes para que lleguen a una madurez, aportando el punto de vista de la doctrina cristiana. En América Latina no siempre ha habido madurez política”, dijo el Papa en la reunión, que tuvo como lugar de encuentro la Nunciatura Apostólica de Ciudad de Panamá.
El líder religioso católico señaló enfáticamente que en América Latina, muchas veces la cuestión política es vista como un sinónimo de “sectarismo” y “corrupción”, y aseguró que la labor de los sacerdotes y religiosos es acompañar los procesos históricos de los pueblos sin asumir un rol protagónico.
“La palabra «política» está a veces incluso despreciada y se la entiende solo como lógica de partes, sectarismo político, con todo lo que esto comporta en América Latina en cuanto a corrupción política, sicarismo político y todo eso”, subrayó el Pontífice.
Así mismo, calificó de “horror” las dictaduras militares que vivió el istmo en las décadas de los años 70 y 80, que causaron miles de muertos, desaparecidos, separaciones de familias a través de la migración y traumas sociales que aún no han podido superar.
“Las dictaduras que tuvieron ustedes en Centroamérica fueron de terror. Lo importante es no dejarse ganar por la ideología ni de un lado ni de otro, y menos de la peor de todas, que es la ideología aséptica. «No te metas»: esta es la ideología peor”, enfatizó Francisco a los sacerdotes jesuitas centroamericanos.
Alerta sobre colonización ideológica
El líder máximo de la Iglesia Católica remarcó que los pueblos de América Latina viven actualmente el azote de la denominada colonización ideológica y llamó a los religiosos a estar ojo avizor de ellas para alertar oportunamente a los ciudadanos.
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“El primero es el de la nueva colonización. La colonización no es solo la que se dio cuando vinieron los españoles y los portugueses y tomaron posesión de estas tierras. Este es un tipo de colonización física. Hoy están de moda las colonizaciones ideológicas y culturales, son estas las que están dominando el mundo. En política ustedes deben analizar bien cuáles son hoy las colonizaciones a las que se ven sometidos nuestros pueblos”, expresó el Papa, a la pregunta de qué temas para él poseen mayor relevancia política.
El Pontífice alertó también sobre la crueldad de algunos seres humanos, que pueden llevar a hacerlos cometer torturas cada vez más especializadas contra otras personas; asegurando que no se puede acostumbrar a los pueblos a la crueldad.
“El segundo problema es el de nuestra crueldad. Se lo dije a un político europeo que me respondió: «Padre, la humanidad ha sido siempre así, solo que ahora con los medios nos enteramos más». Puede ser que tenga razón. Pero la crueldad es terrible. Se inventan incluso las torturas más refinadas, se degrada lo humano. Nos estamos habituando a la crueldad”, lamentó el Papa.
Así mismo, destacó que el sistema carcelario, sobre todo de los más jóvenes; debe estar orientado para que puedan reinsertarse en la sociedad, asegurando que puedan tener esperanza más allá de las drogas o la violencia.
“Ayer salí feliz del Instituto de menores, porque he visto todo el trabajo que hacen allí para reconstruir la vida de las personas, chicos, chicas, muy deteriorados por el delito, para reinsertarlos. Pero la cultura de la justicia abierta a la esperanza no está bien radicada todavía”, puntualizó.
Rutilio Grande: “El ´conversor´ de monseñor romero”
El Pontífice también durante el encuentro, tuvo palabras de recuerdo para el arzobispo mártir de El Salvador, Óscar Arnulfo Romero –asesinado el 24 de marzo de 1980 por sus denuncias contra las violaciones de los derechos humanos por parte del régimen militar-, y para el sacerdote jesuita Rutilio Grande, asesinado en 1977 por un escuadrón de la muerte, al inicio del conflicto civil salvadoreño.
“Yo a Rutilio lo quiero mucho. En la entrada de mi cuarto tengo un marco que contiene un pedazo de tela ensangrentada de Romero y los apuntes de una catequesis de Rutilio”, les aseguró el Papa a los presentes.
El Pontífice reveló que en 1977, siendo provincial de la Compañía de Jesús en Argentina, le llegó la noticia del asesinato del sacerdote Grande y lo conmovió debido al dedicado trabajo pastoral que realizaba en favor de los más pobres en el municipio de Aguilares, al norte de San Salvador. También les afirmó que su proceso de canonización prosigue sin cortapisas en el Vaticano.
“A Rutilio le tomé mucha devoción antes incluso de conocer bien la figura de Romero. Cuando estaba en Argentina su vida me llegó, su muerte me tocó. Según las últimas noticias que tengo de personas informadas, la declaración de martirio está yendo muy bien. Y es una honra. Hombres de este tipo. Rutilio, además, ha sido el profeta. El que «convirtió» a Romero”, finalizó el Papa.