El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, dirigió una carta a Daniel Ortega en la que le solicita la libertad de los presos políticos, el cese de la represión y que permita el retorno de las organizaciones de derechos humanos a Nicaragua. Esta carta fue enviada por Tajani, luego de que la misión de eurodiputados que visitó Nicaragua entre los días 24 al 27 de enero, se dirigieran al plenario del parlamento y denunciara que las promesas de Daniel Ortega de no realizar represalias contra los presos políticos, organizaciones y representantes de la sociedad civil no se cumpliera.
Según la carta, Daniel Ortega se comprometió a garantizar que «las personas con las que se reuniera la delegación no serian objeto de represalias posteriormente, sin embargo, esta garantía ha sido incumplida», según la carta del presidente del Parlamento Europeo, han recibido informaciones de represalia contra las presas políticas que visitaron los eurodiputados en la cárcel de mujeres La Esperanza, sufrieron violencia, que los periodistas Miguel Mora y Lucía Pineda fueron trasladados a celdas de castigo y que la represión y persecución contra activistas, organizaciones y periodistas se ha recrudecido.
«Hasta el momento su gobierno no ha dado ningún paso que permita deducir intención alguna de satisfacer estas peticiones, las noticias que recibimos con consternación apuntan más bien en la dirección contraria», expresa la carta a Daniel Ortega.
El presidente del Parlamento Europeo, asegura que esta situación es una falta de respeto a la palabra del régimen de Ortega. Tajani, señala que las acusaciones por parte del oficialismo nicaragüense de que la Unión Europea es parte de un complot internacional contra Ortega es intolerable.
«Le anuncio que el Parlamento Europeo hará pública su condena y pedirá así mismo a la Unión Europea que actué en consonancia con la gravedad de la situación que se vive en Nicaragua. Si el régimen no da muestras concretas de que respeta las tres condiciones que se le han solicitado, habrá muy pronto medidas», finaliza la rotunda carta de Tajani.