El reporte anual del Latinobarómetro revela que Daniel Ortega sufrió una caída estrepitosa en su popularidad y simpatía, como consecuencia de la matanza y represión violenta desatada por su dinastía en los últimos siete meses.
Ortega perdió 44 puntos porcentuales de aprobación, pasando de 67% en 2017 a apenas 23% en junio de 2018.
En el nivel de desaprobación de su gobierno, Ortega solo está por encima de Brasil (6%), México (18%) y El Salvador (22%).
El estudio también recoge un cambio en la percepción de la población de para quién gobiernan los políticos. Los nicaragüenses sienten que el país está gobernado por un grupo de poderosos que únicamente representan sus propios intereses, por encima de las necesidades de la gente. Hasta antes de la crisis de abril, «Nicaragua había logrado que un 52% de la población sintiera que se estaba gobernando para ellos». Esa percepción sufrió un desplome de 27 puntos.
Iglesia católica puntea alto pese a campaña sucia
Pese a la intensa campaña negra de la dictadura de Ortega contra varios obispos y sacerdotes católicos, el Latinobarómetro reporta que la Iglesia cuenta con una percepción favorable del 69%. Es la institución en la que más confían los nicaragüenses.
Artículo relacionado: 69% de los nicaragüenses confían en la Iglesia Católica
Entre las instituciones con menor confianza se encuentran las fuerzas armadas, con apenas un 22%.
Preocupación por situación económica
Según este estudio, más de la mitad de la población «dice que hay mala situación económica». Al preguntarles a los nicaragüenses sobre su percepción sobre situación económica del país, el 58% de los consultados dijo que es mala y solo un 7% percibe la situación económica como buena.
«La agenda informativa de la región parece concentrarse más en Nicaragua y Venezuela, dejando invisibles las crisis, algunas de larga data, que sufren otros países en materia económica», señala el informe.
El Latinobarómetro resume que Nicaragua es uno de los países con la menor expectativa de crecimiento económico, con un 36%, únicamente superado por Argentina, cuya expectativa económica futura es del 33%. Los brasileños son los más optimistas en cuanto al crecimiento.
El Apoyo a la democracia en Nicaragua
Entre el 15 de junio y 2 de agosto de 2018 se preguntó a los nicaragüenses si es preferible la democracia a cualquier otra forma de gobierno, si preferían un régimen autoritario o si este asunto no les importaba.
El estudio reveló que solo hay sólo cuatro países en que el apoyo a la democracia se mantiene igual y «sorprendentemente en Nicaragua aumenta 11 puntos porcentuales (al pasar) de 40% a 51% entre 2017 y 2018». El informe resalta que las encuestas se realizaron en pleno desarrollo de la ola de protestas y represión que todavía persisten en el país.
Un régimen autoritario (como el impuesto por el orteguismo), solo cuenta con el respaldo del 10% de la población. Los indiferentes, es decir que les da igual el tipo de régimen que los gobierne suma el 25%.
«Nicaragua y Venezuela tienen resultados sorprendentes ya que son los dos países donde se declara un menor apoyo al autoritarismo y un alto apoyo a la democracia», señala Latinobarómetro.
El desprecio a los partidos políticos
La crisis política de Nicaragua también dejó al descubierto el distanciamiento y la desconfianza de los ciudadanos con los partidos políticos. Durante las movilizaciones cívicas se vio a jóvenes increpando a líderes partidarios a quienes señalaban de cómplices de la dictadura y pactistas.
Los políticos tuvieron que guardar sus banderas y muchos, incluso, dejaron de asistir a las marchas para evitar las rechiflas. Durante una movilización, un joven universitario fustigó a la diputada y esposa del expresidente Arnoldo Alemán, María Fernanda Flores de Alemán. La exprimera dama se vio forzada a salir de la caminata.
El estudio anual de Latinobarómetro resalta que en Nicaragua el 78% de los ciudadanos no vota pensando en partidos políticos. «Es decir hay alto grado de desideologización, al igual que el resto de la región, de las preferencias políticas que es propicio para el surgimiento de populismos y autoritarismos».
El silencio ante la corrupción
Ante la pregunta si está de acuerdo o en desacuerdo con la frase «cuando se sabe de algo corrupto es mejor quedarse callado», el informe señala que la población de América Latina está dividida al respecto, un 48% está de acuerdo y otro 48% está en desacuerdo.
«Hay mayoría que opina por guardar silencio en seis países: Honduras, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, República Dominicana y México. Hay mayoría en desacuerdo con guardar silencio seis países, Perú, Uruguay, Argentina, Costa Rica, Panamá y Chile».
Casualmente, en los países donde los ciudadanos están de acuerdo con guardar silencio ante la corrupción, es donde más se han enquistado estructuras criminales que operan en complicidad con funcionarios de los Estados y donde se han consolidado los regímenes autoritarios, mientras que en los países donde mayoritariamente los ciudadanos están de acuerdo con denunciar la corrupción es donde se ha logrado procesar a políticos corruptos y se han establecido sistemas democráticos controlados por sus instituciones.