Después de dos meses de estar detenidos arbitrariamente, por la represión del régimen de Daniel Ortega, fueron dejados en libertad Guillermo Taleno, fiscal de la Asociación de Jubilados de Masaya, y Karla Patricia Ñamendi, cofrade del tradicional Torovenado del Pueblo, quienes estaban apresados desde agosto, por delitos que no pudieron ser probados.
Guillermo Taleno, de 64 años, fue capturado sin justificación, el 4 de agosto, mientras circulaba por el Parque San Miguel, de Masaya. Después de 15 días de detención ilegal fue puesto en libertad, pero cuatro horas más tarde agentes de la Policía orteguista lo sacaron de su casa, aduciendo que faltaban unos detalles para su completa libertad. En ese momento, le notificaron que había una acusación en su contra por amenazas de muerte, en perjuicio de su cuñado, hermano de su esposa, Ronald Bolaños.
“Fui engañado porque se me dijo que faltaba una firma de un oficial para salir completamente, pero no fue así porque después de eso ya no volví a salir (de la cárcel), más bien se me culpó de amenazar de muerte a mi cuñado. Fue hasta hoy por la mañana (jueves, 18 de octubre) que me dejaron libre”, explicó Taleno, quien estuvo dos meses y 14 días encerrado; 50 en la delegación de Masaya, donde lo procesaron y, posteriormente, giraron orden de libertad, tras una mediación con la supuesta víctima. La Policía del régimen lo trasladó el lunes, 24 de septiembre, a las celdas de Auxilio Judicial, conocido como El Chipote, donde estuvo 24 días.
La tradicionalista Karla Ñamendi, de 43 años, fue capturada en su casa de habitación el lunes, 20 de agosto, y llevada a la delegación de Masaya por, supuestamente, cometer delitos de tenencia ilegal de armas, robo de motocicletas, daños a una vivienda y amenazar de muerte a su propietaria. “Vinieron policías y antimotines a la casa, mi hermana (Karla Ñamendi) estaba cenando, los oficiales comenzaron a revisar toda la vivienda y luego se la llevaron detenida”, afirmó Raquel Ñamendi, hermana de la abogada Karla Ñamendia.

Ñamendi estuvo encarcelada 50 días; 42 en la delegación policial de Masaya y 8 en las celdas de El Chipote. Al igual que Guillermo Taleno, Karla fue acusada en primera instancia por robar motocicletas y tenencia ilegal de armas, sin embargo, los delitos no fueron probados. La abogada recibió una segunda acusación de una mujer (a la cual se le desconoce su nombre) por daños a su vivienda y de amenazas de muerte. Namendi logró su libertad el miércoles, 10 de octubre, a las ocho y treinta de la mañana, tras la mediación con la parte acusatoria.
“La Policía vino a allanar mi casa, pero nada de lo que buscaban encontraron. Se me acusaba de tenencias de motos robadas y tenencias de armas, pero luego hubo una segunda acusación por parte de una mujer por daños a su vivienda, por amenazas de muerte y por causarle daños psicológicos a sus hijos. Estuve 15 día en la delegación de Masaya, luego, el cuatro de septiembre, fui trasladada a El Chipote, donde estuve 8 días, los cuales no quiero recordar. Me trasladan el 12 de septiembre a Masaya, donde tuve audiencias, y luego, tras mediación, el 8 de octubre, me dan orden de libertad, saliendo el 10 del mismo mes”, detalló la ex presa política.
Testimonios de sus días en prisión
Las duras experiencias que tuvieron que pasar Guillermo Taleno y Karla Ñamendi son únicas o tal vez similares a las de muchos reos políticos. Ambos tuvieron que pagar una condena sin ser culpables de los delitos que se les imputan, según sus testimonios. Taleno testificó que el trato dentro de las celdas de la estación policial de Masaya “no fue nada digno”, ya que se le violentaron sus derechos a la salud, sin embargo, resaltó que en El Chipote le dieron “un trato más humano”.
“No me explico por qué el trato policial en esta ciudad (Masaya) es muy malo, no me brindaban la atención adecuada en cuanto a mi salud, además, en una sola celda meten a más de 30 reos, creo que la atención a los detenidos debe ser mejor. Pero la atención en El Chipote fue mil veces mejor, porque sí tuve atención médica y, te soy sincero, todo el tiempo que estuve detenido no recibí ninguna agresión física, sería mentiroso al decir lo contrario”, comentó Taleno.
A Karla Ñamendi le sucedió todo lo contrario, ya que en la prisión de Masaya refirió que “el trato fue muy bueno”, no obstante, en El Chipote fue víctima de agresión de policias del régimen orteguista. “En Masaya tuve buen trato; me pasaban las medicinas porque padezco de la vesícula. Te confieso que hice amigas, que me daban ánimo para salir adelante, eso me daba fuerza y tenía fe en que iba a salir libre. Pero cuando me trasladaron a El Chipote sí sufrí agresión de oficiales, pero gracias a Dios ya estoy en libertad”, resaltó Ñamendi.
Seguirán en la lucha
“Como miembro de la Asociación de Jubilados de Masaya seguiré luchando por los derechos de las y los jubilados, porque somos dignos de recibir mejor atención. Y esa fue y ha sido siempre mi lucha, no solo desde el pasado mes de abril, sino desde años atrás”, enfatizó Taleno
Mientras la abogada, artesana y miembro de la cofradía del famoso Torovenado del Pueblo, reafirmó su compromiso con la tradición de los masayas; rescatando los valores y cultura, soñando con ver una mejor Nicaragua. “Seguiré luchando por lo que me gusta, que es la tradición de mi pueblo, aunque se me acusó de delitos que jamás cometí yo sueño también con una mejoría para mi país y ver a todos los presos políticos libres, porque sé y estoy convencida que son inocentes de toda culpa”, concluyó Ñamendi.