La presa política Amaya Coppens, a través de un manuscrito, envió mensaje de fuerza y resistencia al pueblo de Nicaragua. La joven estudiante de quinto año de la carrera de Medicina, de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León), le pide al pueblo que “gritemos todos, que nos escuchen en todos lados, que nos escuchen todos. Ésta fiebre no pasará hasta que el pueblo de Nicaragua obtenga lo que exige, libertad”.
La dirigente del Movimiento 19 de Abril de León, de doble nacionalidad; belga-nicaragüense, fue secuestrada el pasado 10 de septiembre, mientras se encontraba en una casa de seguridad por temor a represalias del régimen de Daniel Ortega, contra quien protestó en distintas manifestaciones pacíficas. Amaya, actualmente, enfrenta acusaciones por terrorismo, incendio, daño, lesiones, asalto y portación ilegal de armas. Este 17 de octubre tuvo audiencia de juicio, en la que se admitió la acusación en su contra y se volvió a establecer prisión preventiva.
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La líder estudiantil de León también denunció que en las celdas del Sistema Penitenciario de Mujeres, mejor conocida como La Esperanza, las tienen aisladas y a las demás privadas de libertad les prohíben acercarse, porque sino las castigan.
Coppens afirma, en la misiva, que no se arrepiente de haber participado y seguir su lucha por la democracia y la libertad de Nicaragua, además, indicó que este es el precio que está pagando por ver a una Nicaragua totalmente renovada es “insignificante”, frente al precio que han pagado otras familias nicaragüenses. La universitaria también agradeció a todos los ciudadanos que continúan en las calles demandando su libertad y están pendientes de su situación.
Amaya ha resistido, desde el encierro que le impuso el régimen orteguista, sonriendo y burlándose de las acusaciones giradas en su contra. La líder estudiantil culmina su carta asegurando que “No nos vendemos ni nos rendimos. Fuerza. Qué Viva Nicaragua Libre!”.
Mensaje enviado por la Amaya Coppens