El régimen de Daniel Ortega, en su intento por verse bien a nivel internacional, vuelve a mentir, oficialmente. La embajada de Nicaragua ante el Reino de Bélgica y Misión ante la Unión Europea, mediante una nota de prensa, intentó desmentir lo que han publicado los medios de comunicación belga y nicaragüenses, que han revelado arbitrariedades en el proceso judicial que se está llevando en Nicaragua contra la estudiante de medicina, Amaya Coppens, quien tiene doble nacionalidad.
Los diplomáticos del régimen de Ortega aseguraron al Gobierno de Bélgica que las noticias que circulan en cuanto la situación de la crisis de Nicaragua y las arbitrariedades en el proceso legal de Amaya son “noticias falsas, sesgadas y sin confirmación”. Sin embargo, la información que los medios de comunicación independientes han publicado son en base a declaraciones de la Policía, de los familiares de Coppens y defensores de derechos humanos nicaragüenses.
Aunque la maquinaria orteguista insiste en descalificar como falsas las noticias publicados sobre el juicio de la universitaria nica-belga, en la misiva diplomática, la embajada de Nicaragua repite la versión policial que señala a Coppens como responsable de los delitos de terrorismo, incendios, daños, lesiones, asaltos y portación ilegal de armas, aunque todo sea parte de una campaña y una acción de criminalización del derecho constitucional a la protesta.
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Lo que no revela, en su nota de prensa, la embajada de Nicaragua es que Amaya Coppens, de 24 años, no fue detenida con una orden judicial, sino que fue secuestrada, el pasado 10 de septiembre, por paramilitares en León cuando permanecía en una casa de seguridad. Amaya estaba protegiéndose en una casa de seguridad porque temía que la secuestraran y la criminalizaran por protestar en contra de la represión del régimen de Daniel Ortega.
Tamara Zamora, madre de Amaya, denunció, el 11 de septiembre, ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) el secuestro de su hija, pues si hubiese sido una detención legal al menos a Amaya se le hubiera permitido una llamada a sus familiares y ellos no conocían de su paradero, después de casi 24 horas de haber sido secuestrada.
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“Un amigo de Amaya me llamó y me dijo que la habían secuestrado, que la habían llegado a sacar de la casa de seguridad. No supe los detalles, pero a lo inmediato me vine a Managua para denunciarlo porque no sabía dónde la tenían”, relató Tamara Zamora en el Cenidh.
La Policía, por la presión que realizaron sus familiares con la denuncia y recursos interpuestos para la exhibición personal, presentó a Amaya Coppens pero fue hasta el 12 de septiembre, en horas de la mañana, con más de 48 horas de tenerla detenida sin ninguna acusación formal en su contra. Además, cuando la Policía presentó a Amaya Coppens, en conferencia de prensa, la llamó “terrorista”, violando así el principio legal de presunción de inocencia, según lo denunciaron los defensores de derechos humanos de Nicaragua.
La embajada de Nicaragua concluye su misiva condenando los “señalamiento de comunicación en el sentido de que no se ha seguido el debido proceso y la falsa presunción de vejámenes a los detenidos”, asimismo, anexa una serie de fotos de Amaya Coppens, durante la presentación policial en la que le llamaron “terrorista” e imágenes del incendio que supuestamente causó la universitaria, aunque en esas no se ve a Coppens.
El régimen de Ortega también le garantizó al Gobierno de Bélgica que “a todas las detenidas, incluida Amaya Coppens, se les garantizarán sus derechos como corresponde a cualquier nicaragüense en la misma situación”. No obstante, muchos detenidos, acusados de estar en tranques o ser terroristas, han denunciado las torturas a las que son sometidos por los agentes de la Policía, el más reciente caso es el de Bryan Cruz, de 31 años, que denunció que agentes le dispararon, golpearon y apuñalaron en su abdomen, ano y testículos después de ser capturado bajo sospechas de haber participado en los tranques de Jinotega.
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Amaya fue presentada en audiencia preliminar, el pasado 18 de septiembre, y Félix Salmerón, juez suplente Quinto Distrito Penal de Audiencia de la capital, dictó prisión preventiva para Coppens y anunció audiencia inicial para el próximo 3 de octubre. Sus familiares nicaragüenses han revelado que el caso de Coppens es de conocimiento del Gobierno de Bélgica y de la Unión Europea.
Nota de prensa publicada por la embajada de Nicaragua ante el Reino de Bélgica
El gobierno de Ortega miente mas que el propio diablo !
Habrá algún incauto que les crea? La oficina de leyes y relaciones públicas de la Guardia Nacional fue más creíble.