La tarde de este jueves, 20 de septiembre, trabajadores del Estado y simpatizantes sandinistas, sacaron a las calles una réplica de San Jerónimo, el patrono de los masayas. El alcalde orteguista de la ciudad, Orlando Noguera hizo de promesante, cargador, sacerdote y sacristán.
La orden de la vocera y vicepresidenta Rosario Murillo era “celebrar” las fiestas patronales a costa de lo que fuera. Aun por encima de la voluntad de los masayas y de la Iglesia Católica que decidió dejar las imágenes en sus templos, en señal de luto por las víctimas de la represión, que en los últimos cinco meses dejó al menos 36 ciudadanos muertos a tiros por el Gobierno.

Cada 20 de septiembre, tradicionalmente se realiza la bajada de la imagen de su altar y en medio de filarmónicos, marimbas y un mar de promesantes, “Tata Chombo” sale a saludar a sus fieles, en el inicio de las fiestas patronales más largas del país. Este año, el clima entre los católicos de Masaya es de desolación, miedo y repudio a la violencia gobernamental, que pretendía vender una normalidad ficticia. Las parroquias de la ciudad mantuvieron cerradas sus puertas.
El pasado 8 de agosto, el párroco de la Iglesia San Jerónimo, José Antonio Espinoza, emitió un comunicado en la página de Facebook de la parroquia, en el que se anunció la cancelación de la festividad religiosa. “No habrá pedida de licencia, ni palo lucio, mucho menos quema de pólvora. La celebración se realizará en un ambiente de solemnidad y sobriedad”, detalla la breve información por parte de la parroquia y cofradía. Según el Padre Espinoza, esta disposición fue en mutuo acuerdo con la cofradía, por la situación actual que acontece en Masaya.

Sin embargo, pese a la cancelación de la festividad y en medio de luto, dolor y encarcelamientos arbitrarios, la Alcaldía de Masaya en conjunto con algunos peañeros y la familia Gaitán, decidieron realizar la procesión, con la imagen apócrifa de San Jerónico. La caminata partidaria, disfrazada de procesión católica salió del Barrio Las 7 Esquinas, hacia la calle de la comuna de Masaya.
San Jerónimo a puertas cerradas
“No hay nada que celebrar, los peañeros no son parte de la cofradía, la iglesia no se va a prestar a ese juego, además no se abrirá la iglesia, para evitar brotes de violencia”, dijo un miembro de la cofradía que solicitó su anonimato.
La mañana y tarde de este jueves, la calle principal de la Iglesia, permaneció vacía, sin embargo, la pólvora salió a relucir, ya que algunos simpatizantes del gobierno llegaron a quemar juegos pirotécnicos a una cuadra de la Parroquia, gritando la ya conocida consigna: ¡Viva San Jerónimo!, acompañado con la otra frase proselitista del regime: “El comandante se queda”.
Policías y paramilitares resguardan
Las calles principales de Masaya, por donde pasaría la procesión de Tata Chombo, estaban prácticamente vacías, de igual manera la zona del parque central y la iglesia Nuestra de Señora de la Asunción. Los peañeros y los acompañantes de la precesión iban resguardados por un fuerte contingente de policías, paramilitares y motorizados del Gobierno, quienes bloquearon las calles para evitar el paso de vehículos.
“En la Alcaldía estaban regalando comida, pero nadie la quiso agarrar. Están pagando el favor de acompañar a su procesión”, dijo un ciudadano que participó de la caminata.
“Estas acciones promovidas por la Iglesia Católica, donde se está respetando el luto de los masayas, las agresiones y represión del gobierno de Daniel Ortega contra el pueblo de Masaya, deja en evidencia el apego de la Iglesia por querer la paz para Nicaragua y no hacerse de la vista gorda ante la violencia del régimen”, Dijo Oscar Fuentes, fiel devoto de la imagen, la cual quedó resguarda en los atrios de la parroquia.
Es conocido que muchos viejos sandinistas siempre se han declarado ateos y lo han demostrado a pesar de la coletilla Cristiana que usa este gobierno. Sin embargo estos ateos por instrucciones de “arriba” se ha vueltos nuevamente catolicos e idolatras. La vida te da sorpresas.