Los miembros de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia emitieron un comunicado, desde la Rotonda Jean Paul Genie, en el que denunciaron todo el asedio, persecución, secuestros, asesinatos, desapariciones forzosas, cárceles clandestinas, violencia sexual como método de tortura y la criminalización de los manifestantes pacíficos que ha ejecutado el régimen de Daniel Ortega, desde el pasado 18 de abril.
La Alianza demandó, especialmente, la libertad para todos esos presos políticos que están siendo procesados por manifestarse en contra del régimen de Ortega y Murillo. Los primeros procesados y declarados culpables por el régimen de Ortega son Brando Lovo y Glen Slate, a quienes se les inculpa de matar al periodista Ángel Gahona, de lo cual los familiares del hombre de prensa niegan sean los autores del crimen, pues acusan a los agentes de la Policía que se encontraban en el momento del asesinato.
Los miembros de la Alianza exigieron al régimen de Ortega que se reinstalara el Diálogo Nacional mediado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) para buscar una solución a la crisis del país. La propuesta de los grupos que conforman la Alianza es que Ortega acepte un adelanto de elecciones, cese la represión, cese la criminalización de las protestas, anulación de todos los procesos ilegales, desarme de las fuerzas policiales y libertad de los procesos políticos. Sin embargo, Ortega no da ninguna señal de querer ceder a ninguna demanda.
Las exigencias del pueblo de Nicaragua son básicamente la garantía de los derechos humanos. Los líderes de la Alianza aseguraron que seguirán con la lucha cívica desde las calles con marchas, plantones, vigilias, peregrinaciones, caravanas y todo tipo de manifestación pacífica que les permita denunciar todas las violaciones a los derechos humanos que comete el régimen de Ortega que dirige a todas las instituciones del Estado de Nicaragua.