El régimen de Daniel Ortega, en entrevista a la cadena de noticias Fox, tergiversó la realidad que vive Nicaragua. Ortega usó su comparecencia para emitir uno más de sus discursos, puesto que reiteró que “no está dispuesto a adelantar elecciones”, porque considera que “crearía inestabilidad e inseguridad”.
Ortega, afirmó que “ni se le ocurre montar una dinastía. Mi esposa (Rosario Murillo), que es vicepresidenta, nunca había sido vicepresidenta”. Aunque su insistencia de permanecer en el poder ha demostrado todo lo contrario, ya que, desde hace tres meses, el pueblo nicaragüense clama anticipo de elecciones y que deje el poder, a lo cual Ortega ha respondido a su pueblo con represión y violencia, según ha constatado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en sus informes.
Bret Baier, segundo periodista en entrevistar a Ortega en los últimos once años de su Gobierno, le cuestionó sobre los grupos paramilitares y la financiación que tienen, a lo que Ortega respondió que esas personas armadas son “dirigidas por la oposición” y son financiadas por los “carteles de drogas” junto “con otros organismos”. La respuesta de Ortega no concuerda con los vídeos, que circulan en las redes sociales y medios de comunicación, en los que aparecen paramilitares con banderas del Frente Sandinista pululando su apoyo incondicional a su “comandante”, además, de la compañía inexplicable de la Policía Nacional, de la cual Ortega es el jefe supremo.
El hasta ahora presidente de Nicaragua también intentó resaltar que “han cesado los disturbios”, aunque hay decenas de ciudadanos que están migrando o huyendo para no ser atacados por paramilitares, otros están desaparecido y docenas están detenidos arbitrariamente, sin ningún proceso judicial en su contra.
Ortega niega que ataca a la Iglesia Católica
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El régimen de Daniel Ortega negó atacar a los representantes de la Iglesia Católica en Nicaragua. “No tenemos ningún problema con la iglesia católica”, afirmó Ortega en la entrevista que brindó a Fox. Aunque en su discurso, del pasado 19 de julio, los llamó “cómplices del terrorismo”, teniendo en su tarima al nuncio Waldemar Stanilaw Sommertag.
Ortega también se olvidó del ataque, del pasado 09 de julio, en el cual sus seguidores, concejales y paramilitares arremetieron en contra de los representantes de la Iglesia Católica en Diriamba, Carazo. Los enviados del orteguismo no solo vociferaron en contra de los sacerdotes, obispos y cardenal, sino que los empujaron, aruñaron e hirieron con arma blanca a monseñor Silvio Báez. Pese a todos los hechos, vistos por la comunidad nacional e internacional, Ortega insistió en mantener su discurso en el que asegura “no hay ningún sacerdote que esté siendo perseguido, no hay un solo sacerdote que pueda decir que ha sido agredido por el gobierno”.
Daniel Ortega culminó su entrevista con Fox asegurando que Nicaragua “merece respeto”, aunque sea un país pequeño “con una economía frágil”. Sin embargo, el irrespeto a Nicaragua ha empezado por sus propios gobernantes, ya que, los derechos humanos de los nicaragüenses han sido pisoteados a gusto y antojo del régimen de Daniel Ortega, según los reportes de organismos internacionales defensores de derechos humanos que han extendido su alarma ante la creciente represión gubernamental.
