Asesinar estudiantes es un signo repetitivo de las dictaduras. El 23 de julio de 1959, los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) salieron a cumplir una tradición de la universidad, que consistía en desfilar para dar la bienvenida a los estudiantes de nuevo ingreso. Los estudiantes también protestaban por la liberación de un grupo de jóvenes que habían sido detenidos por la Guardia Nacional. Somoza mandó a disparar contra los universitarios. Erick Ramírez, Mauricio Martínez, José Rubí y Sergio Saldaña fueron asesinados ese día.
Han pasado 59 años y ahora Daniel Ortega tiene su propia masacre estudiantil.
Los estudiantes siguen en las calles
El 18 de abril, los estudiantes de distintas universidades y colegios salieron a las calles para protestar contra las reformas al Seguro Social que el régimen de Daniel Ortega pretendía imponer al pueblo de Nicaragua. Después de casi 400 personas asesinadas, miles de heridos, centenares de detenidos y secuestrados los estudiantes siguen en las calles exigiendo justicia y libertad para los presos políticos.
En distintos puntos del país se desarrollaron actividades para protestar contra el régimen corrupto de los Ortega-Murillo. En Managua, las universidades públicas y privadas llevaron a cabo una marcha por la justicia y en memoria de los civiles asesinados por los paramilitares y la policía.
Las mochilas, los libros, las escuadras, los portaplanos y las banderas de Nicaragua desfilaron con al grito de «No eran delincuentes, era estudiantes». El recorrido fue desde la rotonda Jean Paul Genie hasta la rotonda Rubén Darío, en el centro de la capital.
La gran mayoría de los manifestantes eran jóvenes, muchos de ellos estudiantes universitarios y de secundaria. Igual que la mayoría de las víctimas de la sangrienta represión de la tiranía.
«Yo sigo saliendo a las calles por mis compañeros, por los que están detenidos, por los que fueron ejecutados por los paramilitares, por los que cayeron defendiendo las barricadas», gritó una joven.
En la ciudad universitaria los estudiantes marcharon
La ciudad colonial no podía quedarse atrás, miles de leoneses salieron a las calles a marchar exigiendo la salida del poder de Daniel Ortega y Rosario Murillo. La población pidió justicia para los asesinados y exigió la libertad para los presos políticos.
La gigantesca marcha azul y blanco recorrió varia de las principales calles de León. Una de las pocas ciudades que han realizado una huelga general de 24 horas, para presionar a la dictadura.
En el norte del país, en Santa María de Pantasma, Jinotega, una de las zonas que ha sufrido la represión de la Policía Nacional y del Ejército en años pasados, los pobladores salieron a las calles para pedir justicia y exigir la salida del tirano. Igualmente en Matagalpa marcharon en solidaridad con los estudiantes y con el barrido indígena de Monimbó que continua paramilitarizado.
Desde el 19 de abril la dictadura de Daniel Ortega ha cobrado más de 350 víctimas.
Los departamentos que han sufrido más la represión son Managua donde almenos 162 personas han sido asesinadas desde el 19 de abril. Seguido por Masaya con 35, León con 26 y Carazo que registra 25 muertos. Así mismo se registran 21 muertos en el Caribe Norte, 23 en Matagalpa, 14 en Estelí y 10 en Jinotega.
La marcha de los «estudiantes blancos»
Mientras miles de jóvenes marcharon con banderas azul y blanco por la carretera a Masaya, del otro lado de Managua, en la Avenida Bolívar, el Gobierno de Daniel Ortega organizó una contramarcha, liderada por la cúpula de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), el movimiento estudiantil «blanco» de la dictadura de Ortega.
En esta otra marcha oficialista, lo menos que se movilizaron fueron estudiantes. El partido oficial nutrió el desfile con centenares de empleados públicos, obligados a sumarse a esta actividad partidaria para mostrar el “respaldo” que tiene el régimen de la “comunidad estudiantil”.
La marcha del órgano estudiantil controlado por la dictadura salió de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), la casa de estudios más grande del país, misma que se mantiene “custodiada” por los matones del régimen que operan como una banda de paramilitares armados con fusilería de guerra y que la semana pasada fueron autorizados por la rectoría de la UNAN para invadir el recinto Rubén Darío y masacar a unos 200 estudiantes que se encontraban atrincherados en esa Alma Máter.
Al final, ese grupo de gatilleros del Gobierno de Daniel Ortega asesinaron a dos de los universitarios que huyeron del recinto y se recluyeron en la Iglesia Jusús de la Divina Misericordia, en Villa Fontana, vecina de la UNAN.
A continuación les compartimos una galería de fotos desde la Movilización de estudiantes que conmemoraron la masacre del 23 de julio de 1959 y que este lunes también gritaron por justicia para los estudiantes masacrados por la nueva dictadura de Daniel Ortega.