[vc_row][vc_column][vc_column_text]El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio José Báez Ortega, manifestó en la liturgia religiosa del Miércoles de Ceniza que, durante los últimos meses en Nicaragua, han existido «situaciones de dolor muy grandes», en las que ha campeado la impunidad, complicidad y mentira, produciendo una deshumanización de la sociedad nicaragüense.
El Miércoles de Ceniza es el rito católico que abre un período de cuarenta días llamado Cuaresma, en el que la Iglesia propone a los fieles prácticas de ayuno, oración y caridad como preparación a la Semana Santa.
Sin especificar en ningún punto de la realidad nacional, el obispo Báez lamentó que existan personas que «juegan a ser dioses», pues se dejan arrastrar por las ambiciones de poder, incluso, a costa de los más pobres y desfavorecidos de la sociedad.
Noticia relacionada: Monseñor Silvio Báez: «No tengan miedo»
«Dejarnos arrastrar por nuestras ambiciones egoístas y luchas por espacios de poder; querer dominar y hacernos servir por los demás. Esto es jugar a ser dioses. La Cuaresma nos ayuda a recuperar nuestra mayor dignidad, que es la de ser seres humanos amados por Dios», expresó Báez en exclusiva a Artículo 66.
El también presidente del Departamento de Familia de la Conferencia Episcopal de Nicaragua resaltó que la Cuaresma es el tiempo en el que se debe valorar más la dignidad del ser humano, olvidando los intereses personales, y pensar en el bien común de la sociedad.
«Esto es lo que le da más gloria a Dios: el que todos nos esforcemos por ser familia humana, donde nadie atropelle a nadie, donde nadie se sienta con derecho de hacer sentir mal o de dañar a otros (…) La Cuaresma debe ser un tiempo para liberarnos de todo ese lastre que nos hunde y que no nos permite construir un mundo mejor para todos», explicó el jerarca católico.
Noticia relacionada: Monseñor Silvio Báez: “Nicaragua necesita una democracia madura sin lacras de la corrupción”
Monseñor Báez instó a los católicos nicaragüenses a vivir la Cuaresma con miras a construir un mejor país para todos, construyendo un nuevo paradigma social con verdad, justicia y solidaridad.
«La Cuaresma es, sobre todo, una época para reconciliarnos con nuestra humanidad de criaturas. Lastimosamente, en nuestro país, hemos vivido en los últimos meses situaciones de dolor muy grandes, de impunidad, complicidad y mentira. Confiemos (en) que el poder del Señor está de parte del bien y de la verdad», señaló el obispo.
Con los enfermos
Monseñor Silvio José Báez ofreció estas declaraciones tras concluir la eucaristía del Miércoles de Ceniza en un centro hospitalario privado de Managua. Báez pidió a los feligreses no vivir el tiempo litúrgico de la Cuaresma como un período «triste» o como mero ritualismo»; por ejemplo, el abstenerse de comer carne roja los viernes, reemplazándola por la tradicional sopa de queso.
Al acto litúrgico, celebrado en uno de los pasillos del centro asistencial, asistieron directivos, cuerpo médico y de enfermería, pacientes y sus familiares, quienes agradecieron la presencia del religioso por segunda vez consecutiva en el inicio de la Cuaresma.
Báez instó a los pacientes a confiar en la misericordia de Dios mientras son tratados en el centro médico. A los doctores y enfermeros les pidió «ser la mano de cariño del Señor» para con los pacientes y a los familiares los exhortó a ser una presencia «paciente, constante y cariñosa» mientras sus seres queridos estén hospitalizados.
«Una presencia de Dios en la sociedad es el ser humano enfermo. Jesús dijo: “Estuve enfermo y me visitaron”. Él se identifica con los enfermos, con la humanidad doliente. Ahí está Dios alentándolo en su curación. La última palabra de Dios es la vida, siempre», finalizó monseñor Báez.
(*) Periodista nicaragüense, especializado en cobertura de temas socio-religiosos. Ex corresponsal de la agencia de noticias ReligionDigital.com de España en Nicaragua.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
Marx decia