El dictador Daniel Ortega apareció en cadena nacional de televisión este lunes, 18 de mayo, intentando hacer un juego de números para minimizar las muertes reportadas por el Ministerio de Salud como «neumonía grave» o «neumonía atípica», según le escriben a los pacientes en las actas de defunción.
El titular del Ejecutivo nicaragüense presentó como estadística del «ciclo normal de fallecimientos por neumonía» el número de muertos por esa enfermedad respiratoria desde el 2015 hasta el 2020, haciendo cortes del 01 de enero al 15 de mayo de cada año.
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«En 2015, tenemos 302; 2016, 329; el punto más elevado de este cuadro en el que ha habido defunciones por neumonía, fíjense, sin tener una epidemia como esta. En el año, 2017, 289; en el 2018, 215 defunciones por nuemonía; en el 2019, 222 defunciones por neumonía; y en el 2020, vuelve a levantar a 309 defunciones por neumonía. En estas van indiscutiblemente algunas que tienen que ver con esta pandemia», resumió Ortega.
Tomando como referencia el último boletín epidemiológico del Ministerio de Salud, que cerró en la «semana número 18», que terminó el tres de mayo, en el que hasta esa fecha se reportaban 86 personas fallecidas por neumonía, significa que entre el 04 y el 15 de mayo de 2020 habrían fallecido las otras 223 personas para completar la totalidad de 309 que reportó el mandatario.
Por tanto, si en 12 días hubo 223 fallecidos por esa enfermedad, haciendo la división simple, significa que en promedio murieron 18 personas cada día en el país, por «neumonía», tal y como se está reportando oficialmente.
El último reporte del Minsa (hasta el 3 de mayo) dice que han muerto 86 personas por neumonía. Ortega dijo hoy que hasta el 15 de mayo, Nicaragua reporta 309 fallecimientos por la misma causa. Es decir que en 12 días han muerto 223 ciudadanos por neumonía. pic.twitter.com/eBeZICeza4
— Maynor Salazar (@Maynorsalaz) May 19, 2020
«Deficiencia respiratoria», «neumonía atípica» o «neumonía grave» son los tres padecimientos más comunes descritos en las actas de defunción de la mayoría de pacientes que han fallecido en las últimas semanas en distintos hospitales del país. En varios casos, sus familiares han declarado que sus seres queridos tenían todos los síntomas del COVID-19; además, que las autoridades sanitarias los obligaron a enterrarlos de inmediato, lo que hace sospechar que el Minsa oculta la realidad de la pandemia.
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Recienemente, una ciudadana identificada como María Mercedes Hernández en una entrevista que brindó a la plataforma Nicaragua Investiga denunció que su esposo, Henry Quintanilla, se convirtió en otra de las víctimas por coronavirus de las que el Ministerio de Salud excluye del conteo oficial y ordena diagnosticar muerte por «neumonía atípica».
Quintanilla tenía 52 años y trabajaba en la Oficina de Presupuesto de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) e impartía clases de Historia en el mismo recinto. Él era diabético y presentó los síntomas del virus el 27 de abril, después que llegó de su centro de trabajo.
Al día siguiente el 28 de abril, no fue a trabajar y se fue a pasar consulta al Hospital Bautista. Presentó fiebre y un poco de tos. «Él vino enfermo del trabajo y me dijo me siento mal, estoy con fiebre, al día siguiente fue al hospital lo tuvieron en observación mediodía, pero le dijeron que era faringitis. La fiebre nunca se le bajó, la fiebre era más y más (…) Él estaba mal, no podía respirar tenía una gran tos», denunció su esposa.
Hernández aseveró que su esposo asistió en cinco ocasiones al centro hospitalario. El diagnóstico siempre fue el mismo. El seis de mayo, el hombre «se me desplomó. Era la quinta vez que lo llevaba al hospital y el doctor que me lo ingresó me dijo que no le habían hecho la prueba, pero que estaba cien por ciento seguro que era coronavirus», aunque a final en el actad de defunción escribieron que el paciente falleció por «insuficiencia respiratoria aguda» y «neumonía atípica grave».
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Oficialmente, el régimen solo ha confirmado 25 casos de coronavirus y ocho muertes. Este próximo martes, 19 de mayo, el Ministerio de Salud actualizará sus cifras después de cambiar su reporte diario sobre el COVID-19 a trasladarlo semanalmente.
La mejor vacuna para salvar el pais, es la muerte de su presidente y su esposa.
Seguro que enseguida notarian mejoria en Nicaragua.
Donde estan los nicas arrechos valientes vufalos ,,,
Y si todos son neumonía atípica? Entonces está debería tener cura ya que es una neumonía, salvo el covid que no tiene cura.
Jesús te Confió al Presidente,por la conversión de su alma.Y sea el Señor que nos cuide de todo mal.Auxiliadora de los Cristianos guía el País.(Ven Espíritu Santo)