Son las 3:00 de la tarde del lunes 22 de enero de 2024, apenas la tercera semana del año, y el Parque Nacional Volcán Masaya ya registra su primera amenaza de incendio forestal. El aviso de la quema moviliza a agentes del Benemérito Cuerpo de Bomberos, quienes acuden apresurados para sofocarlo. El hecho advierte que el verano caluroso es de cuidado para proteger las reservas naturales de la zona.
Los agentes bomberiles fueron llamados por lugareños y apagaron el fuego asistidos por una cisterna. Además, tuvieron el apoyo de guardaparques del Volcán Masaya. En minutos, lograron controlar el incidente.
Noticia relacionada: Organizan oficios religiosos en Chinandega para los nicaragüenses fallecidos en un incendio en España
«Es una época peligrosa por el calor y los vientos, que inciden en los incendios forestales» reiteró uno de los bomberos. Se presume que el fuego se iba propagando con rapidez debido a la facilidad de incendio de la maleza, a la altura del kilómetro 21 de la carretera Managua-Masaya, a orillas del Parque Nacional Volcán Masaya.
Con la fuerza de los vientos, tal y como explicó el experto, las llamas avanzaron y entraron a las áreas protegidas de la reserva. Sin embargo, con la ayuda de los bomberos se pudo evitar más daños. Al lugar, también se presentaron agentes de la Policía para facilitar el trabajo de los apagafuegos, mientras que oficiales de tránsito regularon el tráfico vehicular que pasaba por la zona.
Cuatro incendios en dos meses
Que las autoridades de gobierno no hayan reportado otros incendios forestales en Masaya no significa que no hayan ocurrido. Un bombero, que pidió hablar bajo anonimato para este reporte, dijo que en el municipio son frecuentes las llamadas para este tipo de emergencias. «Ha habido ya más de un reporte sobre todo en las laderas de la Laguna de Masaya y del Parque Nacional Volcán Masaya», señaló.
El experto indicó que entre enero y febrero de 2024, en la ciudad se han atendido al menos cuatro incendios forestales, mismos que aún no registran el Instituto Nacional Forestal (Inafor) y el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), organismos controlados por el Estado orteguista.
Tres de los incendios fueron reportados en las laderas de la Laguna de Masaya y en el otro Parque Nacional Volcán Masaya. El bombero confirmó que estos dos puntos es donde, comúnmente, ocurren los incendios forestales.
El pasado 10 de febrero, las autoridades de gobierno informaron solamente la detección de al menos seis siniestros, cuatro de ellos ocurrieron en el departamento de Chinandega, uno en León y el otro en Waspam, municipio de la Costa Caribe Norte.
Los incendios se originaron por quema de rastrojo de cultivo, quema de maleza y quema de pasto en finca, como preparación de tierra para sembrar. Las instituciones no mencionan los incidentes ocurridos en Masaya.
Los bomberos masayenses reportan que los incendios forestales atendidos fueron provocados por quienes se dedican a la «extracción de miel», personas que acostumbran a lanzar al suelo «colillas de cigarrillo encendidas» así como por «garroberos de la zona».
Incendios forestales alarman al país
Según un estudio divulgado por Fundación del Río, en el primer semestre de 2023 se registraron 1,936 incendios forestales en Nicaragua, es decir, 1,703 más que los 233 reportados por instituciones gubernamentales en ese mismo año.
El organismo independiente, anulado por el régimen orteguista por críticas a su gestión medioambiental y de protección al suelo, informó que hubo un aumento de siniestros, específicamente en las áreas protegidas, territorios indígenas y afrodescendientes del Caribe del país, que las autoridades se niegan a reconocer.
De acuerdo al presidente de la organización, Amaru Ruíz, «el régimen de Nicaragua aún no aprende del pasado, ni acata las lecciones de incendios forestales como los ocurridos en la Reserva Biológica Indio Maíz, en 2018».
Por otro lado, las instituciones gubernamentales como el Inafor y el Marena, sorprenden con la falta de equipos y medios para enfrentar incendios de grandes magnitudes.
«En el caso del proceso de vigilancia y monitoreo de incendios forestales y quemas agrícolas, el Marena no cuenta con un sistema actualizado en tiempo real. En cuanto al Inafor, no se encontró evidencia de su sistema de monitoreo en tiempo real para la atención y prevención de incendios forestales, a pesar de que es la institución coordinadora de la Comisión Nacional», señaló el estudio del organismo ambientalista.
En casos más graves, los incendios forestales provocan pérdidas materiales y humanas, como en Chile, que actualmente enfrenta la peor desgracia natural desde 2010, al contabilizar 131 víctimas fatales y cerca de 20,000 viviendas afectadas por incendios forestales, convirtiéndose en el segundo país con siniestros más letales durante el siglo XXI, solo superado por Australia y su terrible «sábado negro» del 2009.
«Nosotros tenemos que sacar lecciones de esta grave experiencia de Chile y es que los incendios uno sabe cómo empiezan, pero cómo terminan. Nosotros seguimos teniendo las malas prácticas de realizar quemas agrícolas, quemas por cacería, quemas accidentales a partir de quemar basura o de algún tipo de desecho y esto debe ponernos en alerta», expresó una especialista en temas ecológicos.
El plan para el control de incendios forestales
Entre sus recomendaciones para reducir el número de incendios forestales, en Masaya y en todo el país, la experta invitó a las organizaciones sociales y entidades gubernamentales a iniciar campañas de concientización para la población y a aquellas empresas agrícolas que acostumbran a quemar malezas, rastrojo de cultivos y pasto en fincas.
«Debemos evitar al máximo cualquier tipo de quema, porque esto puede convertirse en acontecimientos peligrosos y en riesgos de grandes catástrofes. Tenemos que aprender a decirle alto a las quemas agrícolas», recomendó.
El 8 de febrero reciente, el Ejército de Nicaragua lanzó el Plan Nacional Interinstitucional de Prevención y Control de Incendio Forestales, Agropecuarios y Maleza–2024, en el municipio de Macuelizo, departamento de Nueva Segovia.
El plan, según explicaron los uniformados, involucra a instituciones del Estado, gobierno y organizaciones de la sociedad civil. Pero la población se pregunta cuáles organismos les van a ayudar, ya que la administración de Ortega y Murillo los ha aniquilado a todos desde 2018. «Aquí ya no quedan oenegés de apoyo a la comunidad», se quejó un habitante de Nueva Segovia.
Pero eso no parece importarle mucho a los miembros del Ejército. Durante el encuentro, el General de Brigada, Rogelio Enrique Flores Ortiz, manifestó el compromiso de esta institución de seguridad de «continuar desarrollando el plan de manera sostenida» como son las «tareas y misiones para el control y sofocación de incendios forestales, agropecuario y maleza que se presenten en todo el territorio nacional»
El oficial aseguró que las alcaldías, la Policía, el Ejército, Bomberos Unidos, las Brigadas Municipales de Respuesta y todas las instituciones miembros del SINAPRED confirmaron su preparación para prevenir, controlar y restaurar, en caso de ser necesario, las áreas afectadas por el fuego, en caso de gravedad.
Plan cuestionado
En 2023, el año más caluroso en la historia del planeta, los incendios forestales se extendieron sin control en Nicaragua. La Fundación del Río señaló que en los primeros cinco meses del año pasado se vieron afectadas 29 mil hectáreas por incendios forestales. En comparación a 2022, en 2023 Nicaragua presentó un incremento del 25% en incidencia de puntos de calor.
Mediante una conferencia virtual en 2023, en la que presentaron los resultados del Monitoreo de Incendios Forestales de Nicaragua, Ruiz dijo que este comportamiento «debería preocupar a las autoridades», ya que considera que el país «no cuenta con los equipos y herramientas necesarias para sofocar con eficacia los siniestros».
En ese sentido, el activista político criticó al Ejército de Nicaragua por la «fachada» de campaña que lanza cada año con la finalidad de prevenir y controlar los incendios forestales. «No están preparados, ni bien organizados para hacerle frente a los siniestros, sobre todo ante aquellos de grandes magnitudes», afirmó.
«Al país todavía le faltan equipos, medios y capacidades para enfrentar los incendios forestales. Uno ve al Ejército en sus notas y ahí está la evidencia de cómo están atendiendo los incendios y todavía siguen con pala, agua, picos y macanas para apagar incendios en un bosque de pinos», señaló Ruíz.
Noticia relacionada: Llegan a Nicaragua las cenizas del padre y sus dos hijos que murieron en un incendio en Texas
El presidente de la Fundación del Río explicó que en estos casos la «combustión que llega a los incendios forestales en bosques de pino es demasiado alta y peligrosa». Incluso, Ruíz advirtió que los propios brigadistas se «ponen en peligro« cuando se lanzan a sofocar los siniestros.
La advertencia tomó valor durante la segunda semana de este mes en Matagalpa. Las autoridades no informan todavía sobre las extrañas circunstancias en que pereció un adolescente a orillas de la carretera que conduce al hospital «Cesar Amador Molina», en Matagalpa.
Los lugareños informaron que el cuerpo del joven presentaba quemaduras graves, que pudieron resultar tras una quema agrícola en la finca donde laboraba. Sus conocidos dijeron que el muchacho era originario de Siuna, Costa Caribe Norte, y que trabajaba en tareas del campo con su padre.